Hace apenas dos días la Policía Nacional informó de que había detenido a tres personas presuntamente responsables de numerosos robos de joyas cometidos en la isla de Tenerife. Aunque el cuerpo policial detalló la operación llevada a cabo para la identificación de estos individuos, a quienes incluso hacía un seguimiento, este jueves la Guardia Civil ha explicado cómo fueron interceptados en el aeropuerto de Tenerife Norte cuando estaban a punto de huir hacia Madrid.
Fueron agentes de la Guardia Civil, pertenecientes a la Sección Fiscal del aeropuerto, quienes se percataron de que tres personas, con edades comprendidas entre los 42 y 44 años, mostraban una actitud extraña cuando se disponían a pasar el acceso del filtro de seguridad a la zona restringida para realizar el embarque para un vuelo.
La Benemérita explica que dos de los hombres fueron sorprendidos cuando trataban de pasar dicho control de seguridad portando en su abdomen de forma oculta una bolsa cada uno con multitud de piezas de oro con un peso total aproximado entre ambas de más de 1,5 kilos.
Según explica la Guardia Civil, ninguno de los dos pudo explicar la procedencia del oro y mantuvieron todo momento “una actitud nerviosa y en alerta, sin coherencia en las respuestas y sin poder aportar datos concretos del origen del oro”.
El tercer hombre fue localizado a continuación cuando se disponía a pasar el mismo filtro, tras iniciarse una investigación con el objetivo de esclarecer la procedencia y destino final del oro, comprobando que viajaba con los dos primeros.
Tras realizar las gestiones oportunas, los agentes de la Guardia Civil contactaron con la Policía Nacional, que le informó de que tenía una investigación abierta para la localización de los presuntos autores de diversos robos de oro que se habían cometido en la isla, motivo por el cual, la Guardia Civil puso los tres detenidos y las joyas incautadas a disposición de Policía Nacional.
Según la Policía, estos hombres son sospechosos de haber cometido hasta 19 robos en Santa Cruz de Tenerife mediante un “sofisticado método” y seguían un patrón meticuloso para evitar ser detectados. Utilizaban técnicas como el “resbalón” para acceder a los portales sin forzar puertas, el marcaje casi imperceptible de viviendas para verificar su ocupación, y el método del “bumping” (una técnica para desbloquear los cilindros de una cerradura), para entrar sin dejar signos evidentes de forzamiento.
Una vez en el interior de las viviendas, actuaban con extrema cautela para no dejar huellas ni restos biológicos, centrándose en sustraer objetos de valor fácilmente transportables.
Mientras dos de los detenidos realizaban el robo, el tercero permanecía en el exterior con funciones de vigilancia para alertar de cualquier presencia policial, explica la Policía.