Una de las principales congregaciones religiosas de Canarias, la Pontificia Real y Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna, con más de tres siglos de historia, tiene un plazo de un mes para permitir la entrada de mujeres en la hermandad.
En un decreto fechado este martes, el Juzgado de Primera Instancia 2 de Santa Cruz de Tenerife insta a esa asociación y a la Diócesis de Tenerife a ejecutar la sentencia del Tribunal Constitucional que, en noviembre del año pasado, dictaminó que el artículo de los estatutos que prohibía la presencia de mujeres en esta cofradía vulneraba los derechos fundamentales de igualdad, de no discriminación por razón de sexo y el derecho de asociación.
El decreto advierte además de que, en caso de incumplimiento, impondrá a ambas multas coercitivas en el importe que determine. La resolución se puede recurrir ante el mismo órgano judicial en un plazo de cinco días a contar desde su notificación.
En la sentencia dictada el pasado noviembre, el Constitucional dio la razón a la demandante, Teresa Laborda, una enfermera vallisoletana que reside en Tenerife desde 1981 y que se convirtió en abanderada de las devotas que han reclamado desde hace dos décadas la incorporación de las mujeres a esa congregación y que han denunciado las prácticas discriminatorias de esta organización católica, contrarias al principio de igualdad consagrado en la Carta Magna.
La demandante ya había visto estimadas sus pretensiones tanto en el juzgado de primera instancia como en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife. Incluso el Obispado de Tenerife pidió en aquel momento a la Esclavitud del Cristo que admitiera mujeres, aunque después se desdijo. La Audiencia Provincial determinó que el término “caballero” que figuraba en el primer artículo de los estatutos de la congregación no podía excluir a las mujeres como aspirantes.
Sin embargo, la Sala de lo Civil del Supremo revocó los anteriores pronunciamientos, dio la razón a la Esclavitud del Cristo y, por tanto, avaló el veto a las mujeres. Sostenían los miembros de ese tribunal que la congregación tenía el derecho a establecer su propia organización y que no ostentaba “una posición dominante o excluyente”, puesto que sus actividades y fines son “estricta y exclusivamente religiosos” y ajenos “a toda connotación económica, profesional o laboral”.
El Supremo consideraba que la hermandad no ostentaba “ningún monopolio sobre el culto” en Canarias y que, por ello, no estaba obligada a admitir mujeres en sus filas.
La demandante decidió entonces llevar el caso al Constitucional. Y el alto tribunal le dio la razón de nuevo. La Sala Segunda concluyó que las congregaciones religiosas relevantes, aquellas que ostentan una posición de dominio sobre una parcela concreta del culto, no pueden impedir el acceso a las mujeres. Y, a diferencia de lo que sostenía el Supremo, para el Constitucional la Esclavitud del Cristo lo es.
La sentencia del Constitucional no fue unánime. Votaron a favor cuatro de los miembros de la Sala y otros dos dictaron un voto particular discrepante. Ahora, el Juzgado de Primera Instancia 2 de Santa Cruz de Tenerife insta a la Cofradía del Cristo a ejecutar la sentencia en sus debidos términos, a permitir la entrada de mujeres en la congregación.
“Una situación anómala”
El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez (PSOE), ha mostrado su satisfacción por un decreto judicial que “viene a ratificar lo que ya dictaminó el Tribunal Constitucional en noviembre de 2024”.
“La Esclavitud es una institución muy querida por los laguneros y las laguneras y entendemos que vetar el acceso a las mujeres es una situación anómala que no tiene cabida en pleno siglo XXI y que debe ser corregida. Confío en que pronto podamos ver a las mujeres que lo deseen como miembros de pleno derecho de la Esclavitud y desfilar junto a la venerada imagen del Cristo de La Laguna”, ha señalado el regidor.