La patronal hotelera Ashotel pide que los ayuntamientos “faciliten” la construcción de viviendas para alojar a los empleados del sector
La Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro, Ashotel, ha pedido este miércoles, a dos días de las manifestaciones en toda Canarias contra el modelo de desarrollo y la masificación de las islas, medidas para facilitar que los empleados del sector turístico puedan alojarse en zonas próximas a sus trabajos. Para ello, sugiere que los ayuntamientos faciliten a empresarios de la construcción suelo para ubicar viviendas para personal de empresas turísticas “a precios tasados” para tratar de “agilizar la lentitud de la Administración en esta materia, una propuesta trasladada hace tiempo a varios responsables políticos”.
Ashotel ha pedido “celeridad” a la Federación Canaria de Municipios (Fecam) para abordar en una reunión, que afirma fue solicitada “hace más de dos meses”, las necesidades de vivienda en las zonas turísticas, especialmente de Tenerife.
La patronal hotelera afirma que ha mantenido diversas reuniones con el sindicato mayoritario del sector, Sindicalistas de Base (SB), y con varios alcaldes de municipios turísticos de Tenerife, del Gobierno de Canarias y de la propia Fecam con el objetivo de “hallar fórmulas rápidas para facilitar alquileres a precios razonables”.
En la reunión mantenida el pasado noviembre con la presidenta de la Federación, Mari Brito, Ashotel asegura que se comprometió a elaborar una encuesta entre personas trabajadoras del sector alojativo del sur de Tenerife sobre los problemas de vivienda que permitiera hacer una “primera radiografía de la situación”. Desde principios de año, la patronal hotelera cuenta con esos datos y asegura que quiere trasladarlos a la Fecam en una reunión solicitada en febrero.
El presidente de Ashotel, Jorge Marichal, aludió a la lentitud burocrática que conlleva la cesión de suelo para construir vivienda pública. Según la organización, en la reunión del pasado noviembre, Marichal urgió a buscar esas soluciones más rápidas y factibles, como es que los ayuntamientos con suelos residenciales ya consolidados y procedentes del 10% del aprovechamiento de los Planes Parciales faciliten, a través de las herramientas legales que correspondan, la construcción de proyectos de vivienda por parte de empresarios que están dispuestos a alquilar luego esas casas a trabajadores a precios tasados.
Marichal aclaró que “no se trata de un régimen de alquiler social para familias en situación de precariedad”, ya que eso lleva “sus trámites y destinatarios concretos”, sino de alquileres asequibles para personas trabajadoras en zonas próximas a las áreas turísticas, cuyos precios pueden ser satisfechos con los salarios que se pagan en el sector de la hostelería.
Es decir, que sean los ayuntamientos quienes aporten suelo público no para solucionar un problema habitacional que afecta al conjunto de la ciudadanía, sino para construir viviendas exclusivamente para alojar a los empleados de la industria hotelera y solucionarle así este problema a la patronal.
Encuesta sobre vivienda
Ashotel asegura que realizó una encuesta sobre el problema habitacional entre los empleados del sector el pasado mes de diciembre. Entre los resultados, afirma que destaca que el 57% vive en régimen de alquiler y que, de ellos, el 46% viviría en otro municipio distinto al de su residencia actual si los precios fueran más asequibles. La principal razón esgrimida es estar más cerca de su puesto de trabajo (75%).
El alto precio de alquiler de la vivienda se refleja también en la citada encuesta. En ese sentido, el precio medio mensual pagado por una vivienda en alquiler se sitúa en 625 euros y esas viviendas tienen dos habitaciones en el 55% de los casos; una habitación en el 24%; tres en casi el 18% y cuatro o más en casi el 3%. Ante esta realidad, las personas encuestadas afirman que el precio medio ideal que querrían pagar es de 538 euros y el tamaño medio ideal de la vivienda de 72 metros cuadrados, según datos de Ashotel.
Bajando al detalle municipal, por ejemplo en Adeje, el 23% de las personas trabajadoras en los establecimientos alojativos del citado municipio y que vive en régimen de alquiler reside en ese municipio, mientras que el resto vive en Arona (36%), en Granadilla de Abona (19%) y Guía de Isora (10%). El precio medio mensual del alquiler pagado por los encuestados que vive en Adeje, independientemente de su lugar de trabajo, es de 687 euros, según Ashotel.
En el caso de Puerto de la Cruz, de las personas encuestadas, el 35% de quienes trabajan en este municipio del norte de Tenerife y que viven de alquiler lo hacen en la citada localidad turística; el resto se reparte entre Santa Úrsula (20%), Los Realejos (15%) y Candelaria, La Orotava y La Laguna, cada uno con un 10%. Respecto al precio medio que pagan los encuestados que viven en Puerto de la Cruz es de 649 euros.
Vivienda vacacional, en la ecuación
“El problema de la vivienda es acuciante en Canarias”, asegura la patronal, que añade que las islas son la comunidad autónoma con mayor demanda de vivienda social y, al mismo tiempo, casi el 20% del parque de vivienda actual (2 de cada 10) está vacío o desocupado (informe de Tinsa), un total de 211.000 pisos. Además, Ashotel ha señalado de nuevo al auge de la vivienda vacacional, que “ha tensionado también el mercado de alquiler de larga temporada y los precios”. “La falta de una regulación urbanística que determine actualmente en Canarias dónde sí y dónde no se puede explotar vivienda turística ha provocado en la última década el incremento exponencial de plazas de alquiler turístico, hoy censadas en 220.000 en Canarias, según datos del propio Gobierno”, añade.
“Ashotel y SB vienen haciendo causa común desde 2014 para una regulación eficaz de la vivienda turística, que ya cuenta con un anteproyecto de ley por parte del Gobierno de Canarias y que la patronal hotelera considera positivo simplemente por el hecho en sí de que se llevará a cabo una regulación a una actividad que ha funcionado hasta el momento sin control alguno”, afirma la patronal. El fenómeno “ha influido en el desplazamiento de los trabajadores de los núcleos turísticos donde tienen su centro laboral a otras zonas más alejadas, lo que ha provocado problemas de movilidad en los desplazamientos diarios y, en relación con ello, se ha incrementado el absentismo laboral”, afirma.
1