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Takao; un monte sagrado a menos de una hora del centro de Tokio

Desde las alturas del Monte Takao pueden verse los edificios de la vecina Tokio. Marufish

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El Monte Takao es uno de esos lugares secretos que se encuentran en el área de influencia de la capital japonesa. A dos pasos del centro de Tokio, este enorme espacio natural no sólo permite darse un homenaje de naturaleza para escapar de los ajetreos de la megápolis sino que también es una manera de encontrarse con algunas de esas estampas de la cultura tradicional japonesa a menos de una hora en tren de las aglomeraciones de Shinjuku. En esta escarpara montaña podrás encontrar una colonia nutrida de macacos, conocer uno de los templos más antiguos del país y, si el día hace bueno, poder ver la imponente silueta del Fuyijama emerger sobre las colinas tapizadas de bosques densos. Esta es una de las zonas de esparcimiento favoritas de los y las tokiotas pero apenas verás turistas. Un aliciente más para dedicarle una jornada dentro de tu visita a la gigantesca Tokio.

Takao es un lugar sagrado para los japoneses desde hace más de 1.000 años. El Santuario de Yakuoin Santuario de Yakuoin se fundó en el lugar a mediados del siglo VIII de nuestra era y rinde homenaje a los dioses y espíritus que viven en la montaña. Como todos los templos japoneses (dónde la madera es el material de construcción principal), poco o nada queda de aquel primitivo templo de hace casi 1.300 años, pero estamos ante uno de los santuarios más antiguos de la isla (la configuración actual data del XVI). El edificio principal es pequeño, pero la calidad de las tallas de madera es brutal (sobre todo el dragón que sirve de dintel en el pórtico principal.

Desde su fundación se consagró a la práctica del Shugendo, una especie de ascetismo de confinación en las montañas pero también tienen su espacio los llamados tengu, los espíritus sintoístas que sirven de mensajeros entre los dioses. Aquí se les representa como personajes con grandes narices o pico de pájaro. Los vestiditos de colores chillones son ofrendas de fieles que los visten para que éstos no pasen frío. También tiene aquí su morada el dios Izuna Daigongen , un buda indigenizado protector de uno de las más famosas familias de la guerra del periodo Edo. Este templo está considerado como uno de los mejores ejemplos de sincretismo entre sintoísmo y budismo de Japón .

La mejor forma de conocer la montaña es iniciar el sendero que hacían los peregrinos desde el Templo de Takaosanfumoto Hikawa (justo al lado de la estación de tren). Desde aquí parten los caminos que suben hasta la cima pasando junto a saltos de agua, pequeños templetes, capillas y grupos de estatuas Jizo, esos bebés de piedra que representan las almas de los nenes que no llegaron a nacer o que murieron antes de convertirse en niños y niñas. Otra forma más cómoda de acercarse a la cima es a través del funicular o el telesilla (dicen que son los de mayor inclinación de todo Japón. Antes de acercarte al santuario date una vuelta por el Jardín Botánico del Monte Takao Jardín Botánico del Monte Takao , donde a parte de un cuidado jardín hay una colonia de macacos.

El ascenso a la cima desde la estación demanda poco más de una hora. El camino es corto pero las rampas son bastante duras. Una de las recompensas de hacer el esfuerzo es poder ver a los peregrinos hacer sus rituales de purificación junto a los cauces de los riachuelos y visitar los pequeños santuarios. Hay una decena larga de caminos. El más interesante es el que parte junto a la estación de tren. Una vez en la cima ve más allá hasta el Mirador de Itcho-daira. Si tienes suerte podrás ver el imponente Fuji

COMO LLEGAR A TAKAO .- La mejor manera de llegar a las faldas del Monte Takao es por tren. La Línea Keio Takao Línea Keio Takao conecta las estaciones de Shinjuku (en pleno centro de Tokio) y Takaosanguchi en apenas cincuenta minutos (sin necesidad de hacer transbordos). El precio de los billetes ronda los 11,5 euros ida y vuelta.

LOS MEJORES MOMENTOS PARA IR TAKAO .- Este espacio natural está abierto durante todo el año, pero en dos épocas es particularmente bonito. A mediados de abril se produce el Hanami, la floración de los cerezos, uno de los acontecimientos naturales más apreciados por los habitantes del país. Las fechas de floración varían según las condiciones del clima y las lluvias de la temporada, pero la Agencia Meteorológica de Japón Agencia Meteorológica de Japón suele anunciar el evento con dos meses de antelación. Y el otro punto culminante es el Momiji (otoño), momento en el que el bosque se tiñe de un intenso color rojo en lo que los locales denominan Koyo (con el máximo en el mes de noviembre). El punto flaco de la época otoñal es que las frecuentes nieblas suelen velar la vista sobre el Fuyi.

COMER TOTORO SOBA Y EL TENGUYAKI .- La Tororo Soba y el tenguyaki son dos de los platos tradicionales más demandados en el lugar. La primera es una sopa de fideos con setas y una batata propia del lugar muy apreciada por los locales. Cerca de la estación del funicular varios restaurantes especializados en este manjar aunque los más famosos son Takahashiya y Sakae chaya Honten. En lo que respecta al Tenguyaki se trata de una especie de galleta rellena de pasta de soja que representa a los espíritus tengu.

Fotos bajo Licencia CC: Hajime NAKANO; Armandas Jarusauskas; Daniel Rubio; Guilhem Vellut

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