Esta noche a partir de las 22:00 horas, El Comisario despide su sexta temporada en Telecinco. Durante la misma, estrenada el pasado 23 de abril de 2003, la serie protagonizada por Tito Valverde, Juanjo Artero y Marcial Álvarez, entre otros, ha logrado incrementar su número de seguidores con respecto a su etapa anterior hasta congregar una media de 3.896.000 espectadores y el 25,4% de cuota de pantalla, superando en 2,5 puntos el resultado obtenido en la quinta temporada (22,9%) del pasado otoño. En esta andadura, la ficción producida por BocaBoca se ha mantenido estable a lo largo de sus 11 entregas, obteniendo datos que no han bajado del 23% de share y entre los que destaca el capítulo emitido el 14 de mayo en el que registró su mejor dato de la temporada congregando una media de 4.767.000 espectadores y un 28,9% de cuota de pantalla. La serie se ha convertido así, la noche de los miércoles, en la alternativa a los partidos de la Liga de Campeones. En la sexta temporada de El Comisario, la influencia de la exitosa serie norteamericana C.S.I. estuvo presente a través de la incorporación de sofisticados procedimientos de investigación en un nuevo escenario: el laboratorio criminológico. Además, los rostros habituales de la serie han contado con la incorporación de tres nuevos actores -Pilar Punzano, Zutoia Alarcia y Manu Fullola- para dar vida a Elena -la forense-, Ángela y Joserra, respectivamente. “Mordiendo el polvo” En el último capítulo de hoy, Pope y Charlie tienen que investigar una brutal agresión que se produce en los aledaños de una discoteca de ambiente gay. Se trata del último de los ataques a homosexuales de un violador en serie. Los agentes encuentran dificultades para llevar adelante su labor policial debido al recelo existente en el colectivo gay a declarar ante la policía. Con el transcurso de la investigación, Pope y Charlie descubren que el agresor es seropositivo y lo que pretende es contagiar a sus víctimas. Por otra parte, los cadáveres de una pareja de jóvenes aparecen acribillados a balazos en un descampado. El cuerpo de la joven presenta evidencias de haber sido trasladado desde una bañera hasta el lugar en el que lo encuentra la policía; una situación que induce a los agentes a pensar que, detrás del asesinato, se esconde una compleja trama relacionada con los celos y el desengaño. Por otro lado, Pope y Elo mantienen su desesperación al ver cómo se acaba el tiempo de vida de su hijo. La madre del pequeño decide acudir a un programa de televisión para encontrar a un posible donante de corazón para su hijo. Mientras, en la comisaría desaparece un alijo de pastillas que permanecía en el laboratorio. El ambiente se enrarece y todas las sospechas se ciernen sobre Quique, el ayudante de Elena.