El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria aprueba la intervención de Emalsa

Juan José Cardona

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

La Junta de Gobierno de Las Palmas de Gran Canaria aprobó este lunes por la tarde en sesión extraordinaria la intervención administrativa de la Empresa Mixta de Aguas de la capital (Emalsa). Un funcionario municipal, el jefe de la Unidad Técnica de Aguas del Ayuntamiento, Rafael Bolívar, entra en la sociedad para informar del estado de la empresa y controlar sus actuaciones.

Así lo ha anunciado en declaraciones a la cadena Ser el primer teniente de alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Ángel Sabroso, que ha calificado esta decisión de “histórica”. El concejal del PP ha precisado que la Junta de Gobierno local ha tomado en consideración algunas alegaciones presentadas por Emalsa, aunque ninguna de ellas, ha dicho, “modifica el fin último del expediente abierto: el control exhaustivo de todo lo que pasa en la sociedad”.

Sabroso espera que con esta medida la relación con la concesionaria sea “más próspera y fluida” y que propicie que el ciudadano pague el precio “justo y necesario” por el agua.

El alcalde Juan José Cardona, que preside el consejo de administración de Emalsa, ha expresado reiteradamente a lo largo del último año su disconformidad con la forma en la que los socios privados han llevado la gestión de la concesión pública del servicio del aguas y saneamiento e, incluso, ha denunciado sus prácticas ante la Fiscalía de Las Palmas.

A raíz de esa denuncia, el Ministerio Público pidió a los juzgados de capital grancanaria que abrieran diligencias contra varios directivos de la empresa por delito societario y malversación de caudales públicos, al observar una serie de operaciones que, a su entender, “han provocado un perjuicio que es económicamente evaluable para la entidad Emalsa, en beneficio exclusivo de sus socios privados, que ocupan una posición mayoritaria”.

Entre esas operaciones, citaba la contratación recurrente de servicios a la empresa Sercanarias, de la que son propietarios en solitario los socios privados de Emalsa, a precios superiores a los del mercado y el pago de remuneraciones complementarias “injustificadas” a los gestores privados de la compañía de aguas.

Cardona ha explicado en una rueda de prensa celebrada este martes que recoge Efe que, por un plazo de seis meses, prorrogables, un interventor municipal supervisará la gestión de Emalsa, para aplicar a la empresa un “control” desde el Ayuntamiento “que en los últimos años no se venía ejerciendo como se debía”.

Según se detalla en el texto de la resolución por la que se ha acordado la intervención, esa falta de control ha impedido “conocer con exactitud el grado de eficacia y cumplimiento de la gestión encomendada” por parte de la corporación y ha derivado en situaciones que podrían poner en riesgo la prestación de los servicios públicos de suministro y depuración de aguas.

Situaciones como las que han motivado que en los últimos días se produjera un vertido de aguas residuales que ha obligado a prohibir el baño en la playa de La Laja, que Cardona ha expuesto que ha sido consecuencia de la conjunción de una rotura de un emisario submarino donde no se habían acometido las labores de mantenimiento debidas durante años con una paralización de la planta depuradora de Emalsa.

Evitar que se repitan episodios como ese, e incluso que “dentro de unos años nos encontremos con situaciones muy graves” si no se reconduce el rumbo de la empresa mixta de aguas, es el objetivo final de la medida acordada, ha dicho el alcalde, que ha asegurado, en todo caso, que el vertido de La Laja no ha sido el desencadenante de la decisión, que se preparaba desde tiempo atrás, como era público.

Y ha querido aclarar, además, que se ha actuado “sin intención de retirar la gestión a la compañía”, algo que ha precisado que “nunca ha estado en el ánimo de la intervención”.

Cardona ha remarcado que, de hecho, la intervención es la medida “más leve” a la que la ley autoriza a recurrir al Ayuntamiento, como responsable último de la prestación del servicio de aguas de la ciudad para reconducir sus deficiencias.

No obstante, ha precisado que la corporación tampoco descarta “acudir a otros mecanismos” si no logra sus propósitos en relación a Emalsa con la intervención.

La medida ahora acordada podría prolongarse de los seis meses para los cuales se ha adoptado inicialmente hasta a dos años, conforme a lo fijado en la legislación, y se confía que pueda ser “suficiente” para conseguir las mejoras que en relación a Emalsa persiguen sus promotores, que se resume en crear “una nueva cultura de relación con el Ayuntamiento”, según Cardona.

El alcalde ha matizado que tampoco hay que alarmarse por la situación, como opina que han pretendido que ocurra para sacar rentabilidad política a los hechos los partidos de la oposición, señalando que, “si hubiera tenido la impresión de que Emalsa estaba llevando la gestión del agua de la ciudad proa la marisco, habría acudido a otras fórmulas más duras” para imponerle un cambio de rumbo.

Un cambio que, conforme al texto del acuerdo de intervención, implicará que la empresa deba facilitar “toda la información técnica, económica y mercantil del servicio concesionado” -a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, según el alcalde-, someterse a auditorías y avenirse a un nuevo plan hidráulico municipal y a un contrato programa que condicionarán su gestión futura.

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