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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Bravo de Laguna y otras amenazas para Soria

José Miguel y Lucas Bravo de Laguna.

Que Mercedes Roldós haya sido la primera dirigente regional del Partido Popular en afear a José Miguel Bravo de Laguna su coqueteo con otras fuerzas políticas no es para alarmarse. Que sostenga que los votos que lo hicieron en 2011 presidente del Cabildo de Gran Canaria no son suyos sino del PP forma parte de esa liturgia que se escenifica en momentos solemnes de la casa en los que cada personaje salta a la escena desorientado, en busca de su papel, el que le tiene que otorgar graciosamente el único que está sentado en el patio de butacas. Mercedes Roldós es una vieja conocida de Bravo de Laguna. Al fin y al cabo se convirtió en su mano derecha justo al día siguiente de abandonar el Partido Socialista dando un sonoro portazo por la corrupción que anidaba en él. Era el momento en que Roldán estaba huido en Laos y eso conmovió los cimientos morales de esta incombustible política que, sin solución de continuidad, cambió sus confidencias con Paco Camelo por sus confidencias con Bravo y, defenestrado éste, por sus confidencias con Soria. Las pituitarias de la señora Roldós se han aclimatado de una manera bárbara al fétido olor que desprende la corrupción porque ahora no hay quien la mueva del PP ni con agua caliente y vinagre. Sí tiene razón sin embargo la ex consejera de Sanidad (la del caso Lifeblood, dicho sea sin un especial animus jeringandi) en que no debe el político en activo chantajear a su partido por nominarlo sin excesivas motivaciones para abandonar la casa. Si lo que quiere Bravo de Laguna es iniciar a su edad una nueva etapa política bajo otras siglas, debe primero abandonar el PP, dar unas explicaciones lógicas y luego dar el salto. Si lo que intenta es, como dice Roldós, chantajear a Soria por haberlo removido de la carrera para la reelección para catapultar a Australia Navarro, lo tiene jodido porque ese movimiento dificulta más la entrada en razones de su dignísima excelencia. Peor sería –y no nos lo queremos ni imaginar- que lo que esté haciendo este veterano político sea presionar para que el PP mantenga a su hijo Lucas en un lugar destacado de la futura lista electoral al Cabildo. Por mucho que se hayan gastado un pastizal en promocionar la imagen del niño consejero de Deportes, el que verdaderamente tiene el tirón electoral no es él, sino el padre, lo que haría muy recomendable que incluya al vástago en su órdago y, llegado el momento, lo ponga de dos o de tres en su lista con otro partido.

Pero hay más amenazas

Soria se equivocó apartando a Bravo de Laguna y sustituyéndolo por María Australia Navarro. En tiempos de tribulaciones, como decía San Ignacio de Loyola, no se deben hacer mudanzas, y si las encuestas garantizaban unos resultados más que dignos al actual presidente, removerlo por alguien que no le supera en expectativas electorales suena casi a suicidio. Ese error de Soria, al que siguió semanas después la designación de Juan Santana para el consejo rector de la Radiotelevisión Canaria, confirman la deriva por la que ha empezado ya a transitar el presidente del PP canario. Sus debilidades internas y externas las conoce muy bien Bravo de Laguna, que lo ha sufrido en sus carnes sin perturbarse nunca lo más mínimo hasta hacerlo morder el polvo con su candidatura en 2011. Fortalecido en Madrid por su ministerio mariano, Soria creía que cualquiera de sus decisiones iba a ser inapelable y, en el caso de Bravo, asumida sin el menor gesto de desagrado. Pesa sobre el presidente del Cabildo el antecedente de cómo ser retiró en 1999 precisamente tras una derrota electoral en las autonómicas con unos resultados que más tarde Soria empeoró. Y pesa sobre el presidente lo que Soria consideraba una losa inamovible: el empeño de Bravo de dejar colocado en un puesto político de nivel a su hijo Lucas. Pero el ministro no midió todos los parámetros en presencia, algunos de los cuales disparados hasta los niveles de alerta roja por él mismo, como la pérdida de apoyo social y mediático por sus cada vez más excesivas salidas de madre. Se le viene encima una campaña que se barrunta calamitosa y con tantos muertos en el armario que será difícil que el ruido pueda dejar escuchar algún mensaje positivo del Partido Popular.

Compromiso, Ciudadanos, Podemos…

Si se confirmara (que está por ver) la incorporación de Bravo de Laguna a Compromiso por Gran Canaria, den por seguro que su desembarco no será en solitario. Le acompañarán otros seres vivos de la biodiversidad isleña, unos más nocivos que otros, pero todos con la navaja albaceteña desenfundada y con mucho más tirón electoral que algunos candidatos de la oficialidad pepera. Habrá incluso alcaldes independientes que unirán sus fuerzas a las del presidente del Cabildo, lo que significa que el daño electoral puede ser notable en el Cabildo, en los pueblos y en Las Palmas de Gran Canaria, donde hasta esta misma semana se las prometía muy felices el alcalde Cardona. Pero hay más. La eclosión que ha experimentado Ciudadanos estas últimas semanas amenaza seriamente los intereses de varios partidos, especialmente en las grandes ciudades, y Las Palmas de Gran Canaria es una de ellas. Ciudadanos morderá votos al PP por la vertiente más centrista y más descontenta de su electorado, y lo hará en la capital y, por lo tanto, en la elección de presidente de Cabildo. Ciudadanos podría arrebatar a Podemos esa bolsa de votos de votantes del PP que se identifican con la indignación pero no tanto con la visión programática e ideológica que poco a poco ha tenido que ir mostrando el partido de Pablo Iglesias. Sumen a ese incierto panorama la inminente designación (probablemente hoy mismo) de Antonio Morales como candidato de Nueva Canarias al Cabildo, y ya tenemos para especular todo lo que queramos. De confirmarse todos estos extremos (marcha de Bravo a Compromiso, crecimiento de Ciudadanos, estancamiento de Podemos, irrupción con fuerza de Nueva Canarias…) podríamos estar hablando de un Cabildo de Gran Canaria con varias fuerzas con altas posibilidades de gobernar. Descartamos desde ahora que Coalición Canaria tenga siquiera opciones de sacar más de un consejero (el que ahora conserva tras dos deserciones), o que el PSOE mejore algo sus resultados de 2011 (siete). La basculación dependerá del número de consejeros que pierda el PP (ahora tiene 14), sume Nueva Canarias (ahora tiene 5) o, hipotéticamente, alcance Compromiso. Si damos por sentado que ni el partido de Antonio Morales ni el PSOE pactarán con el PP, y que Podemos (una incógnita) no lo hará tampoco, es fácil colegir que los populares pasarán a la oposición de cabeza aunque su candidata pueda llegar a tomar posesión como presidenta (es la única Corporación española de elección directa). Salvo que Bravo de Laguna haga entonces la jugada de su vida y obtenga el número de consejeros suficientes para entregárselos al PP, colocar a su hijo de consejero de Deportes y él abandonar ya de modo definitivo su larga carrera política.

Unos más dispuestos que otros con Yrichen

La fundación canaria Yrichen, dedicada a atender a las personas con problemas de drogodependencia y a sus familiares, celebra este año su vigésimo quinto aniversario. Desde que Jorge Hernández, Jorge el Cura, empezara esa labor en los locales de la parroquia de La Pardilla, en Telde, hasta las actuales instalaciones a unos pocos metros de allí, Yrichen ha crecido y se ha sabido adaptar a las duras condiciones que la crisis ha impuesto también en el terreno asistencial. Con un equipo de colaboradores y de voluntarios inaccesibles al desaliento, Yrichen ha ideado todo tipo de acciones para captar apoyos privados que pudieran suplantar los recortes públicos, de manera que no descendiera ni el número de personas atendidas ni la calidad de las atenciones. Muchos empresarios, muchos particulares y algunos políticos han sabido estar a la altura de Yrichen, y cada uno en la medida de sus posibilidades ha arrimado el hombro por la continuidad de esta labor. La última visita de ringo rango que tenemos registrada es esta a la que pertenece la fotografía, del 19 de febrero. Es el eurodiputado del Partido Popular Gabriel Mato, palmero de adopción, que respondió casi de inmediato a la invitación de Jorge el Cura, ante el que se comprometió a ayudarle en la búsqueda de fondos comunitarios para su labor. Otros políticos, llamativamente progresistas, no han reaccionado de la misma manera ante las llamadas de la fundación. Algunos incluso ni contestan las llamadas telefónicas. Y en Bruselas no solo funciona el teléfono de Gabriel Mato.

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