Convencer a la sociedad

Con los proyectos listos, los objetivos fijados y las administraciones con competencias absolutamente controladas (Puerto, Cabildo, Ayuntamiento y Gobierno de Canarias), los Pepes iniciaron la tercera fase de la operación consistente en ganarse el aplauso de la sociedad canaria y, más concretamente, de la grancanaria. Para ello se ideó aquel famoso concurso del mundo mundial con arquitectos estrella que culminaría en una grandiosa exposición en el edificio Miller inaugurada por todos ellos y por la mismísima vicepresidenta del Gobierno, Mari Mar Julios. El ambiente previo fue ampliamente caldeado por la inmensa mayoría de los medios de comunicación, hacia los que se dirigieron sustanciosas campañas de publicidad institucional. Es decir, dinero público para promocionar una iniciativa ilegal y lesiva para el interés general. Imposible un solo disparate más.