Entró Mauricio (todos a imaginar)

Tampoco debe ser casual, y el que así lo interprete que visite a un psicoanalista, la entrada de José Carlos Mauricio en el proceso circunvalatorio del movimiento de Barrios (y sus correspondientes nueve distritos). No han congeniado mucho la dama y el vagabundo en los últimos tiempos, pero ya se sabe lo eficaz interlocutor que es Mauricio ante el palacio de Génova y la necesidad que tiene su partido, Ican, de hacer algo en Las Palmas que evite lo que estaba escrito en todos los manuales desde 1991, en cuyo sortilegio fue providencial la aparición de Coalición Canaria y el multiconchabo que todo el mundo conoce y que vuelve a estar nuevamente a punto de saltar por los aires. Tampoco falta quien defienda la teoría de que al PP nacional también le viene bien Mauricio, sus necesidades y sus estratagemas, más que nada para limitar el crecimiento soriano, no vaya a ser que se les descuajeringue el tinglado que tienen montado en Madrid, que lo mismo les sirve para una ley de extranjería que para trincar los dientes y comerse el chapapote con papas. El caso es que Nardy Barrios no parece dispuesta a ir en las listas de CC tan ricamente; lo hará como Red de Ciudadanos, Ciudadanos por el Cambio o como Asociación Musical de Pulso y Púa, y luego se verá lo que se hace con los concejales que cada cual obtenga. Olarte, que es muy cuco también y que ya le hizo su oferta, reculó al ver la predisposición nardiana y ha optado por recomendarle que vaya sola y, si no tiene contubernio con los de CC, incluso estaría dispuesto a pedir el voto para ella. Una contrariedad para Pepa Luzardo, que pierde protagonismo, votos y algún que otro seguidor hasta ahora indiscutible.