Ni siquiera la Cafarell

El caso del Carnaval es un magnífico ejemplo de descoordinación y de inoperancia de dos televisiones públicas. La Canaria trató por todos los medios -incluso remitiendo escritos a Madrid- de conseguir transmitir actos que TVE no pensaba ofrecer a su audiencia, como las fases clasificatorias del concurso de murgas de Santa Cruz de Tenerife. Así que se lo pidieron a Navarro, que se negó de modo irreductible. Nos consta que Paco Moreno, director de TVC, llegó a hablar con Carmen Cafarell, directora general de RTVE, que inicialmente lo vio claro hasta que habló con Ángela Navarro, que la durmió y la convenció para que saliera perdiendo la otra tele pública que opera aquí. El resultado no sólo ha sido un irreconducible desencuentro entre dos empresas públicas obligadas a entenderse, sino a que los telespectadores tuvieran que irse a televisiones locales alegales para ver una retransmisión de murgas. Porque lo que Navarro negó a TVC, lo permitió a las teles alegales. Confundió competencia con perreta, y eso perjudicó al interés general.