No todas las vidas valen lo mismo

Contentos tienen a los funcionarios. Por si llovía poco con el cumplimiento de sentencias que obligará a la recolocación masiva de unos y otros, ahora las altas esferas se descuelgan con un feo asunto que viene a confirmar que no todos somos iguales e incluso llegamos a ni parecernos para según qué cosas. El Sindicato de Empleados Públicos (Sepca) se queja y con razón de las diferentes cuantías con que se asegura la vida o las incapacidades según se trate de un alto cargo o de un funcionario o laboral de a pie. De tal modo que si un coche oficial con alto cargo y chófer dentro tuviera un percance con fatal desenlace, la familia del currito recibiría 12.000 euros -2 milloncejos de los de antes-, mientras que a la del alto cargo llegarían 450.000 euros -75 kilos, o sea-. La diferencia es sangrante. Más si se tiene en cuenta que lo de alto cargo es pasajero -ejemplos hay que lo desmienten- y lo de ser funcionario es para siempre como el amor.