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El Tenerife perdona una goleada y acaba empatando

El Tenerife cedió un empate en el Anxo Carro en una noche de sinsabores de la que echará de menos casi media docena de ocasiones de gol que no convirtió, antes y después de tomar ventaja con los dos aciertos de un Fabricio en estado de gracia. Los cambios de Cervera no compensaron a tiempo el desorden en el que le hizo caer el Lugo tras el descanso, cuando igualó el marcador de un partido que pudo decantarse hacia cualquier lado en la prolongación.

La primera conclusión es esta de la falta de pegada para apuntillar al rival antes de que un gol le reanime. Se aburrió el Tenerife de lances para convertir una victoria solvente en una goleada y acabó pagándolo con un magro empate. Impropio, vista la exhibición poderosa hasta el descanso, más impropio aún de un equipo que cuando afina su propuesta, no se destensa y la hace coral genera fútbol y remates francos con una frecuencia inigualable en esta liga.

Que perdonara repetidamente —antes de que el Lugo lo atropellara metiéndole más jugadores y velocidad por detrás de los medios— tiene que ver con una indulgencia mal entendida como placebo para el hambre de golear. Con el 0-2 y una hora de partido por delante, el Tenerife perdió la letalidad. Y una hora después, dos puntos.

Los blanquiazules firmaron un acto primero impecable en el que vivieron de su presión adelantada, de la anticipación de los centrales para amargar a Lago Junior y Unzueta a cincuenta metros de Dani, de la capacidad de Nacho Gil para desbordar por el flanco izquierdo o del trabajo de Gallego en la recuperación alta, por citar lo más vistoso.

Con todo eso y la explotación del juego a balón parado le nació el 0-1 de un córner servido por Nacho Gil que antes rentabilizaron Gallego y De Miguel arrastrando las marcas a la corta y luego Fabricio con un cabezazo temerario, a una décima de que voleara Landázuri a placer. El gol pareció ecuatoriano, pero mudó al este por la anticipación del brasileño.

Desbordando por la omnipresencia de Nacho Gil —luego de un gol que le anularon por fuera de juego en la pared que le habilitó solo ante Marc Martínez—, el segundo nació también de su inspiración, una pelota colgada desde la banda al segundo palo, donde León obligó a una mano salvadora del portero que evitó la tragedia mientras Fabricio olía la sangre y remataba en el área chica el rechace.

El 0-2 no aquietó al Tenerife. Con el Lugo superado en la salida y los de Cervera armando una vuelta tras otra en veinte metros, pudo ampliar la renta Gallego muriendo la primera mitad (45+3) en otra pared productiva, ahora con De Miguel —lo único productivo en una noche en prestaciones descendentes— que lo plantó en la misma situación que la de Gil un rato antes, aunque el meta local sí respondió ahora con una buena parada.

Los cambios de Yago Iglesias en la caseta no agarraron desprevenido al Tenerife, que tuvo diez minutos de dominio y otros dos remates limpios de Gallego (min. 48) y Gil (min 52) antes de que el Lugo avisara con un tiro lejano de Iago López (min. 55) tras un robo a Aitor Sanz. La entrada de Txus Alba y Reniero antes del cuarto de hora pusieron el partido donde quería el Lugo, un ida y vuelta en el que fue más eficaz.

Por orden, de Alba (min. 62) llegó un sombrerito para un remate de Unzueta que superó a Dani y salvó en la línea de gol David. En un dos contra dos a campo abierto, Gallego (min. 64) eligió un tiro forzado antes que servir a Alassan en su llegada por la calle del 10.  Y en la siguiente, Samanes cazó con una volea impecable un servicio de Álex Carbonell desde la derecha que colocó el 1-2.

Con el cóctel agitado, el Lugo se hizo con el medio juego y los duelos en lo que Cervera cambiaba tres piezas de golpe —Calavera en línea con Aitor, Juanjo por delante para tapar salidas y Balde arrimado a su banda y al manual del jugador por hacer— que no le dieron ni ocasiones ni pausa. A mayores, otro balón colgado al área acabó en el penalti discutido de César —reconfirmado por el árbitro en el vídeo— y la ejecución de Unzueta para devolver las tablas iniciales.

Descartado Jorge, la entrada de Maikel Mesa por el oscuro De Miguel y de Zoilo para doblar laterales por delante de David agrandó el desaguisado mientras Balde vendía consejos que para él no tiene y avistaba los ataques rivales en lontananza. Aunque inocentes del pecado del 2-2, Mesa no está hecho para la presión y Zoilo no resiste a la comparación con el ausente Marc Mateu o con el diestro que le ha quitado el puesto.

Pero incluso así, Calavera se asomó en el alargue —en la enésima llegada al área del Tenerife— con un cabezazo cruzado cercano al poste tras habilitarle Balde. Antes, todo que hay que decirlo, de que otro poste salvara a los blanquiazules de un tiro de Celorio que pudo ser fatal.

(2) CD Lugo: Marc Martínez; Iago López, Trigueros (Nicholas, min. 46), Gayá, Diego Caballo (Txus Alba, min. 59); Jorge González (Samanes, min. 46), Balboa (Neco Celorio, min. 77), Álex Carbonell, Pastrana; Iker Unzueta y Lago Júnior (Reniero, min. 59).

(2) CD Tenerife: Dani; César, Landázuri, León, David; Alassan (Baldé, min. 70), Aitor Sanz, Fabricio (Juanjo, min. 70), Nacho Gil (Zoilo, min. 86); De Miguel (Maikel Mesa, min. 86) y Enric Gallego (Calavera, min. 70).

Goles: 0-1, min. 13: Fabricio. 0-2, min. 35: Fabricio. 1-2, min. 65: Samanes. 2-2, min. 83: Iker Unzueta, de penalti.

Árbitro: Gerard Brull Acerete (comité catalán). Amonestó a Jorge González (min. 11), Trigueros (min. 29), Txus Alba (min. 72), Reniero (min. 73) y Iago López (min. 90+6); y a los visitantes Baldé (min. 76) y Aitor Sanz (min. 82).

Incidencias: Partido de la décimo quinta jornada del Grupo I de la Primera Federación 25-26. Estadio Anxo Carro, ante 2.593 espectadores, de los que unos sesenta eran seguidores del Tenerife.