Insularizar los datos de paro

Según Paulino, nada puede hacer de manera inmediata su Gobierno ante la crisis porque las prioridades están establecidas en los presupuestos autonómicos. No queda, pues, sino recurrir al Gobierno central para que se retrate.

Es justo que Madrid cubra el desfase provocado en los servicios por el aumento de población. Pero no veo muy clara la incidencia directa de esos fondos sobre el paro; sí la tiene, en cambio, el aumento de la inversión pública para igualarla a la media estatal. Hasta ahí, vale; al menos en lo conceptual, que otra cosa es la cuantificación de las cantidades a reclamar.

Lo que no resulta admisible es la afirmación de Paulino de que nada puede hacer su Gobierno al estar ya fijadas y comprometidas las prioridades de los presupuestos. Porque se trata del palmario reconocimiento de que entre esas prioridades no figuraban, al elaborar los presupuestos, el paro ni su más que previsible incremento. En otras palabras: el Gobierno no se leyó los boletines de coyuntura económica que, ya ven, apuntaban en esa dirección, como se ha encargado de recordarle Ángeles Palmero respecto a las previsiones de la Cámara de Comercio tinerfeña. Por no entrar en las advertencias de los órganos consultivos del propio Gobierno. El que avisa no es traidor sino avisador.

Por último, la previsión pauliana de los 200.000 parados de poco nos sirve como información del día a día. Las cifras que conozco publicadas se refieren a toda Canarias y bien sabemos que el comportamiento económico, en este caso la incidencia del paro, es distinto en cada isla, no se distribuye homogéneamente entre todas ellas por mucho “equilibrio exquisito” que le metan. En esto también es precisa la insularización de los datos para saber dónde estamos en conjunto e isla a isla.