Mentiras habituales

Aclaro esto porque el lector ático habitual, insidioso siempre, apostillaba mi columna de ayer dando a entender que importan poco en Gran Canaria esas cosas a fin de reforzar, por comparación, su alegato mentiroso acerca de las “cuantiosas inversiones” en la rehabilitación de las Casas Consistoriales de Las Palmas de Gran Canaria y del castillo de La Luz o en la transformación del teatro Pérez Galdós. Lo que completa con la guinda del “tremendo desaguisado montado por las autoridades grancanarias en el teatro Guiniguada”.

Oculta que me refería yo a dineros autonómicos manejados por su ATI, que son los grandes ausentes de Gran Canaria. Con el añadido fijo de hacer pasar las críticas a ATIcc-PP por ataques a Tenerife; ayer a favor del Gobierno adánico, hoy al del paulinés y mañana veremos.

La realidad constatable es que no hay un duro del Gobierno canario en las obras citadas. Las de las Casas Consistoriales de Santa Ana van por cuenta del Ministerio de la Vivienda; las del Castillo de La Luz por el Ministerio de Cultura; y el teatro Pérez Galdós, por Fomento, si bien Adán aportó una cantidad para el entorno del teatro. No mencionó el castillo de Mata, que va también por Cultura.

Es la referencia al teatro Guiniguada donde alcanza este sujeto la excelencia en materia de desvergüenza. Se superó, el condenado. Porque el Guiniguada depende del Ejecutivo canario y lo único que las autoridades grancanarias han hecho es callar y no poner en peligro el pacto, ahora consumado, para estar en el Gobierno paulinés. No es casual que sea este proyecto el más estancado y sin salida a la vista: simplemente depende, insisto, del Gobierno ATIcc-PP y eso tiene un precio.

Nadie está contra el patrimonio tinerfeño. Sí digo que contra el grancanario están los áticos (no Tenerife); y que si va escapando es gracias a las aportaciones del Estado. Por culpa de Zapatero, lo reconozco.

Los datos son los que son y ya puede el ático redundante éste hablar de ultracanariones; se repite el hombre más que el chorizo de Teror.