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OPINIÓN | 'Una juventud frustrada', por Enric González

Escultura mutilada en Telde

Nueva Canarias en Telde está que se sube por las paredes. Ha empezado con fuerza el nuevo año y no parece que le vaya a dejar pasar ni media al grupo de gobierno. Tienen su corazoncito y se mosquean cuando ven que el pacto PP-Ciuca más el CCN anda dilapidando lo que tanto esfuerzo les costó a ellos levantar. Por ejemplo, por muy criticable que sean desde el punto de vista artístico, no es de recibo que las esculturas que adornan algunas rotondas de la ciudad sufran estragos y nadie haga nada por actuar de inmediato. Este fin de año le tocó a la escultura en honor del maestro Paco Santana, uno de los últimos exponentes del juego del palo. Un grupo de gamberros mutiló la obra y, según Ildefonso Jiménez, tres días después el Ayuntamiento ni siquiera se ha molestado por localizar al autor para ver la forma de repararla cuanto antes. A lo mejor es que no se acordaban del nombre, para lo cual hacemos nuestra humilde aportación: Javier Gazapo. Esperemos que no ocurra como con la escultura del agua de Sergio Gil, que tuvo que ampararse incluso en la Justicia.

Nueva Canarias en Telde está que se sube por las paredes. Ha empezado con fuerza el nuevo año y no parece que le vaya a dejar pasar ni media al grupo de gobierno. Tienen su corazoncito y se mosquean cuando ven que el pacto PP-Ciuca más el CCN anda dilapidando lo que tanto esfuerzo les costó a ellos levantar. Por ejemplo, por muy criticable que sean desde el punto de vista artístico, no es de recibo que las esculturas que adornan algunas rotondas de la ciudad sufran estragos y nadie haga nada por actuar de inmediato. Este fin de año le tocó a la escultura en honor del maestro Paco Santana, uno de los últimos exponentes del juego del palo. Un grupo de gamberros mutiló la obra y, según Ildefonso Jiménez, tres días después el Ayuntamiento ni siquiera se ha molestado por localizar al autor para ver la forma de repararla cuanto antes. A lo mejor es que no se acordaban del nombre, para lo cual hacemos nuestra humilde aportación: Javier Gazapo. Esperemos que no ocurra como con la escultura del agua de Sergio Gil, que tuvo que ampararse incluso en la Justicia.