Negociaciones a porrillo

Los últimos días han sido frenéticos, y no porque a las fuerzas parlamentarias canarias les interese lo más mínimo el fondo de la cuestión de la PNL del PP, o sea, las prospecciones petrolíferas en la cercanía de las Islas. Nadie pide a los populares este esfuerzo, ni Repsol, que negocia con Montilla, ni el Gobierno de España, en manos del PSOE, ni los Cabildos de Lanzarote y Fuerteventura, contrarios a las prospecciones. Hasta los conejeros, gobernados por un dirigente del PP, están preguntándose a qué viene esto. Ni se preocupen, Soria busca el pulso y Adán trata de evitar el cuerpo a cuerpo. No sirvieron los intentos de convencer al sector más ambientalista de Asamblea Majorera con una PNL suave; ni los intentos del sector inmobiliario asambleario por ablandar el corazón de Mario Cabrera. Las negociaciones han llegado a las puertas mismas del PSC, a las que han ido a tocar ahora dirigentes de ATI conscientes del tamaño descomunal y preocupante de la crisis. Los socialistas, de momento, se hacen de rogar.

Los últimos días han sido frenéticos, y no porque a las fuerzas parlamentarias canarias les interese lo más mínimo el fondo de la cuestión de la PNL del PP, o sea, las prospecciones petrolíferas en la cercanía de las Islas. Nadie pide a los populares este esfuerzo, ni Repsol, que negocia con Montilla, ni el Gobierno de España, en manos del PSOE, ni los Cabildos de Lanzarote y Fuerteventura, contrarios a las prospecciones. Hasta los conejeros, gobernados por un dirigente del PP, están preguntándose a qué viene esto. Ni se preocupen, Soria busca el pulso y Adán trata de evitar el cuerpo a cuerpo. No sirvieron los intentos de convencer al sector más ambientalista de Asamblea Majorera con una PNL suave; ni los intentos del sector inmobiliario asambleario por ablandar el corazón de Mario Cabrera. Las negociaciones han llegado a las puertas mismas del PSC, a las que han ido a tocar ahora dirigentes de ATI conscientes del tamaño descomunal y preocupante de la crisis. Los socialistas, de momento, se hacen de rogar.