La noticia la daba este viernes Canarias7, que adelantaba detalles muy concretos de lo que el ayuntamiento sueña con hacer justo en la fachada donde la ciudad recibe a los miles de cruceristas en una experiencia compartida con la Autoridad Portuaria que debe aplaudirse y fomentarse. El proyecto contempla un pantalán, una piscina y una lámina de agua en la que puedan desarrollarse actividades lúdicas y deportivas, desde el piragüismo hasta las regatas de barcos teledirigidos. Y un graderío estilo Oslo (así dice el proyecto) que el personal pueda utilizar como solárium. Una idea preciosa a la que le faltan varias cosas, empezando por los permisos del Ministerio de Defensa (dicen que ha habido contactos), y siguiendo por los dineros. Pero no hay que rendirse ante obstáculos tan nimios y sí explicar en profundidad si realmente van en serio con esta iniciativa o si se trata de una ventolera para conmemorar las próximas fiestas de la ciudad. Porque nos falta por conocer, por ejemplo, el modelo de explotación de ese parque marítimo: ¿Público? ¿Privado? ¿Exclusivo? ¿Con carné de socio? ¿Está el Club Náutico en las claves?