Tras los cantos regionales y la exaltación de la amistad, la entrevista a ocho manos entra en terrenos mucho menos románticos a raíz de la pregunta de un oyente sobre la acreditada trayectoria especulativa del empresario propietario de 7.7 Radio. En su respuesta, Cortezo asegura que esta es la primera vez que tiene la mayoría de participaciones en un medio de comunicación y que su idea es no venderlo. “Este es un negocio para tres generaciones”, llega a afirmar. Chavanel intercede y le coloca el toro con sus correspondientes banderillas: “Hombre, si esto no da, habrá que cerrarlo”, a lo que Cortezo, ya con el capote lanzado al viento, enseña la patita completa: “Si vienen y te dan una fortuna no te resistes a venderlo; pero será para montar otro (risas)”. Por lo que parece, nadie ha aparecido por allí a ofrecerle una fortuna, de ahí que haya tenido que ser él quien haya salido al mercado a ofrecer la frecuencia de Las Palmas de Gran Canaria por 600.000 euros, que tampoco parece un fortunón, para qué vamos a engañarnos. De no conseguir su propósito y continuar adelante con el proyecto que le llevó a obtener 32 frecuencias, Cortezo se verá obligado a doblar su actual plantilla de trabajadores y a abrir varias redacciones y oficinas a lo largo de toda la geografía canaria.