Juan-Manuel García Ramos irrumpe con un ensayo que mira de frente a la muerte y a la vida, urdiendo un tejido de filosofías, religiones, experiencias cercanas al final, presentimientos y augurios que cruzan su propia biografía con testimonios ajenos.
Desde Sócrates hasta Michel Onfray, pasando por una constelación literaria que incluye a Joyce, García Márquez, Luis Mateo Díez, Jorge Manrique, Octavio Paz, Juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Karen Blixen, Paul Valéry o Javier Marías, el autor pone a dialogar tradición y experiencia para explorar el sufrimiento, el sentido y esa pulsión humana de no resignarse a desaparecer.
En paralelo, observa el pulso contemporáneo de la ciencia y el capital por “derrotar” a la muerte, atento a las promesas de longevidad, 120 o 150 años para el común, que circulan en Silicon Valley y a la formulación de Peter H. Diamandis de aspirar a un futuro más grande que el pasado. De ese debate nace un viaje que recorre el descontento del ser vivo ante su caducidad y la lucha por seguir perteneciendo a un mundo del que, según las versiones más asumidas, seremos desterrados, mientras la filosofía, a la estela de Onfray, se afirma como un arte de vivir que hace habitable la propia existencia, alimentada por lecturas literarias, históricas, religiosas y por el caudal de escuelas de pensamiento antiguas y actuales.
El nombre que firma este libro es también una trayectoria: escritor y catedrático de Filología Española de la Universidad de La Laguna, emérito desde 2021, con novelas como Malaquita (Premio Benito Pérez Armas, 1978), El inglés (mejor libro publicado en Canarias, 1991), El guanche en Venecia, El zahorí del Valbanera y El delator (Mercurio Editorial, 2021). En 2024 sumó la pieza teatral La Laguna, un aperitivo infinito y en 2025 publicó La expulsión del paraíso, ambas en Mercurio Editorial. A su labor creadora se une una extensa obra investigadora —más de veinte libros de hispanoamericanismo y el desarrollo del concepto de Atlanticidad— reconocida con el Premio Internacional José Vasconcelos (1997), el Premio Canarias de Literatura (2006) y, en 2025, el Premio Alonso de Nava-Grimón por medio siglo de dedicación universitaria.