La primera edición del Canarias People Fest ha arrancado este viernes, 1 de agosto, en el anexo al Estadio de Gran Canaria y continuará este sábado en el parking del Palmetum de Santa Cruz de Tenerife. Los encargados de estrenar este festival, recién salido del horno, y que se consolida como el único que se celebra de manera consecutiva en las dos islas capitalinas, han sido Manuel Carrasco, Rigoberta Bandini, God Save the Queen, Acantha Lang y Los Niños Jesús. Entre todos estos artistas, nacionales e internacionales, han reunido, según datos de la organización, a unas 5.000 personas este viernes en Siete Palmas.
La cantante estadounidense nominada al Grammy, Acantha Lang, inauguró el escenario a las 16:00 horas, presentando su álbum Beautiful Dreams, que iluminó el anexo al estadio con un cálido soul directamente llegado de Nueva Orleans.
Cuarenta minutos después fue el turno de Los Niños Jesús, liderados por el periodista y cantante Jordi Évole, conocidos por versionar temas populares de distintos artistas como Marta, Sebas, Guille y los demás, de Amaral, o Tu calorro, de Estopa.
Por último fue el turno de los artistas que cerraron la primera jornada, ambos, cada uno a su manera como en el inicio de Ana Karenina, se partieron la camisa y se dejaron corear por sus fans canariones.
“No sabía yo que en Gran Canaria había tantas perras”
Y no lo sabía porque era la primera vez que la cantante ofrecía un concierto en la Isla y esas fueron las palabras de sorpresa de una imponente Rigoberta Bandini tras uno de sus temas estrella del álbum La Emperatriz (2022), en el que la artista narra cuánto le gustaría ser una perra “y no tener estos problemas de ansiedad”. Un show de unos sesenta minutos sofisticado, irreverente y que mira directamente a las mujeres del público, a sus miedos como en la canción Busco un centro de gravedad permanente, de su último trabajo discográfico Superestrella jesucrista (2025), a las imposiciones sociales sobre el cuerpo y los estereotipos, que suena en Pamela Anderson , o el himno histórico que sin querer compuso la artista para una Eurovisión aún asustada por las tetas de las mujeres.
Ay mamá sonó cuando parecía que Rigoberta ya se estaba secando el sudor en su camerino y llenó aquel anexo del Estadio de Gran Canaria de videollamadas a las madres de las asistentes, las “que guardan caldo en la nevera y que podrían acabar con tantas guerras”. En el transcurso de esta canción no faltó la reivindicación al puro estilo Delacroix, seguida de la canción que da nombre a su último álbum. Y antes de cantar la potente versión de El Amor, agradeció a su público por esta relación, que empezó hace algunos años y que “no es nada tóxica”.
No cabían más palmas en Gran Canaria para Manuel Carrasco
Aunque se retrasó veinte minutos su llegada al escenario, lleno para ese momento de flores, desde el primer minuto conectó su energía con la del público, incluso con la amenaza de lluvia. En este Tour Salvaje, presentó al público isleño su nuevo álbum Pueblo salvaje, cuya escenografía está inspiradas en elementos de la naturaleza o primitivos que nos recuerdan de lo que somos capaces cuando volvemos al origen.
Tal vez por eso hizo un guiño al origen, en este caso del público, ya que portaba en su cuello una pintadera triangular que brillaba cuando le daban los focos. De su último trabajo discográfico interpretó Salitre, que se hizo popular por hermoso, por interpretarlo con Camilo y por un programa de televisión, con ese juego de palabras de “yo no supe que darte para que tú te quedaras”. Carrasco confesó al público entre canciones que en Las Palmas “se siente como en casa, que tiene esa cosita que no se explica”.