Casi tres semanas después del final oficial de la erupción en Cumbre Vieja, La Palma, las fajanas que se formaron en la costa del Valle de Aridane siguen humeantes y calientes.
La lava expulsada por el volcán, situado tierra adentro en una zona boscosa, tardó varios días en llegar al mar, donde comenzó a derramarse lentamente desde varios metros de altura hasta el agua y a acumularse en la costa formando lo que se conoce como delta lávico o fajana. En total, la lava cayó por tres puntos distintos y formó tres fajanas distintas, la mayor de ellas, de unas 45 hectáreas. A los pocos días ya había incluso playas de arena negra en sus zonas más bajas.
Con el aumento de tamaño según caía la lava día a día, dos de los deltas acabaron por unirse en uno solo. Con ello, la isla de La Palma ha ganado superficie al mar en un nuevo terreno que en islas como Tenerife se denomina isla baja.
Este miércoles, un equipo del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) se ha aproximado a la mayor de esas fajanas y desde una patrullera de la Guardia Civil ha podido grabar imágenes de su estado, más de dos semanas después de darse por concluida la erupción. En el vídeo se aprecia que la colada de lava junto a las negras playas que ya se han formado en la orilla aún humean y presentan importantes fumarolas.