Hace ahora setenta años que tuvo lugar en la ciudad de El Paso la inauguración oficial del Campo Municipal de Fútbol. Este acontecimiento deportivo y social se celebró como un acto más de los festejos en honor a Ntra. Sra. la Virgen del Pino y, es precisamente esta edición de 1955, la que marca el inicio del carácter trienal conferido a las fiestas de la Bajada de la Virgen del Pino.
Para rememorar aquel entrañable acto, hemos de hacer un pequeño recorrido histórico por el contexto futbolístico insular propio del momento. La década de los años cincuenta del siglo XX supuso una época dorada para el fútbol de La Palma y, además también podemos afirmar que fue el despegue definitivo del «deporte rey» en nuestra isla.
En el libro «Una Quinta Prodigiosa, recuerdos históricos de una gran época del fútbol en La Palma» de Alonso Plasencia Moreno, refiriéndose a aquellos primeros años de los cincuenta (1951-1956), señala: [...] Ocho equipos en la isla tenían que entrenarse y jugar en sólo dos campos, uno en Santa Cruz de La Palma y otro en el Valle de Aridane. Pero nunca fue impedimento para que nos regalaran, a juicio de muchos, la mejor etapa de fútbol de todos los tiempos en La Palma [...].
Por tanto, existían dos campos de fútbol en la Isla: Campo de Bajamar, en la zona Capital y, el Aceró, en la zona del Valle de Aridane. En septiembre de 1954 se inauguró el Campo de Fútbol de Tazacorte que vino a constituir el tercer terreno de juego oficial de los existentes en La Palma.
En El Paso, como antecedente más directo de la instalación deportiva inaugurada en agosto de 1955, existía, desde antes de la guerra civil española, el histórico campo de fútbol de La Montañita. El periódico Diario de Avisos, publicado en La Palma por entonces, recoge con fecha 16 de julio de 1932 la siguiente información sobre la construcción del citado recinto deportivo:
«El Paso. Campo de Deportes. La agrupación “Juventud Católica” de este pueblo está llevando a cabo con gran entusiasmo la construcción de un amplio campo de deportes, en el sitio denominado “Montañita”, lo que reviste gran importancia para la juventud pasense, dada la afición tan grande que, de poco tiempo a esta parte, ha despertado entre ésta hacia el fútbol y otros juegos deportivos. La enhorabuena a dicha entusiasta juventud por el vivo deseo que tienen en fomentar el deporte, que tanto favorece el desarrollo físico de los pueblos».
En noviembre de 1940, el Pleno del Ayuntamiento de El Paso acuerda la adquisición del campo de La Montañita, inscribiéndolo en el Registro de la Propiedad «no pudiéndose dedicar a otros fines más que a campo de deportes de las Organizaciones Juveniles de esta Ciudad».
Fueron muchas las páginas históricas que se escribieron en el Campo de La Montañita: inolvidables partidos de rivalidad local entre el Juventud Católica y el Obrero F. C. (¡Si el Obrero quiere la copa, que la hagan de betún, porque la de verdad se la llevó el Juventud! Con este cántico los aficionados de uno de los contendientes celebraban las victorias, que lógicamente también tendría su adaptación cuando el triunfo sonreía al otro adversario); aparición, en los años cuarenta, en la escena futbolística del C. D. Taburiente, que cosechó alguna que otra goleada muy sonada; disputa de los primeros trofeos del Pino (aunque no estén reconocidos oficialmente como tales). En el programa de actos de las fiestas en honor a Ntra. Sra. del Pino del año 1948 se recoge que se celebró un partido de fútbol, «poniéndose en juego una copa» entre el Atlético de El Paso –equipo que podemos considerar el precursor del actual Club Deportivo Atlético Paso– y un equipo forastero.
Pero el Campo de La Montañita no era una instalación óptima y no reunía condiciones para que en ella se celebraran partidos oficiales de los campeonatos insulares. Existe constancia documental de que el Ayuntamiento de El Paso, en el año 1946, realizó gestiones para construir un campo de deportes en el Llano de Las Cuevas.
El 29 de marzo de 1951, el Ayuntamiento de El Paso, reunido en sesión plenaria ordinaria, toma el acuerdo de aceptar la propuesta del perito aparejador José Hernández Santos para ubicar el campo de deportes en el Malpaís de propiedad municipal, situado en las proximidades del «sitio habitación» de don Antonio Concepción y de encargar el proyecto. Podemos considerar que este acuerdo representa la génesis del proceso de construcción del actual Estadio Municipal de El Paso. El lugar elegido para el emplazamiento por el aparejador lo conceptúa como «ideal para dicho fin por tener una nivelación casi perfecta y ser muy fácil ponerlo en condiciones». Una vez elaborado el proyecto por el arquitecto, «el mismo se pondrá en manos del Excmo. Sr. Gobernador Civil de la Provincia, el cual al visitarnos ofreció una ayuda económica». En enero de 1952, el Ayuntamiento de El Paso acuerda la aprobación del «proyecto técnico del campo de deportes municipal confeccionado por el aparejador Sr. Hernández Santos, cuyo presupuesto asciende a la cantidad de 501.465´84 pesetas, el cual será emplazado en el Paso de Abajo Malpaís y sitio conocido por Rosado».
En junio de 1952 se funda el Club Deportivo Atlético Paso y participa en las competiciones insulares, debiendo jugar y entrenar en el campo de fútbol de Los Llanos de Aridane, así lo hace durante tres temporadas, incluso en una de ellas, 1953/54, el equipo pasense obtiene el campeonato de Liga Insular con un «equipo de leyenda», entrenado por Antonio Fuentes Fajardo (1917-1992), ex – medio centro del Real Celta de Vigo de los años cuarenta. Los más viejos de este lugar aún recitan de memoria el once titular de aquel equipo campeón: Perucho; Jurado, Pedrianes, Eusebio; Canarito, Alemán; Peracho, Arteaga, Gilberto, Zurdo y Farrique. También se citan como destacados elementos: Elías, Tatá, Miguel Zapatero, Cabrera, Rodríguez…
En abril de 1953 se publicaba en el semanario deportivo tinerfeño Aire Libre la siguiente información: «En La Palma, el Atlético Paso ha puesto ya la primera piedra para la construcción de su campo de fútbol. Hacemos fervientes votos porque pongan la última, que es la que convierte en realidad las aspiraciones de aquellos buenos aficionados».
Más de dos años transcurrieron para que la finalización de la anhelada obra fuera una realidad. Así, durante el mes de julio de 1955 y, como preparativos de las fiestas de la Bajada de la Virgen del Pino, el Club Deportivo Atlético Paso nombra una comisión «para efectuar en el campo de deportes las obras más perentorias, a fin de que se puedan celebrar en el mismo los partidos que se proyectan para las próximas fiestas», por tanto la comisión pro-campo de deportes será la encargada del control y aceleramiento de las obras «para la habilitación de la pista con el fin de poder celebrar cuanto antes partidos». La comisión quedó configurada de la siguiente manera: Presidente: Braulio Martín Hernández; Tesorero: Carlos Pérez Taño; Secretario: Juan J. Afonso Martín; Vocal: Vicente Martín Taño; Director de obras: Antonio Capote Lorenzo. Además se nombró una comisión de fútbol, a la cual «corresponde todo lo relativo a la organización de los partidos a celebrar durante las Fiestas del Pino», su composición fue la siguiente: Presidente: Braulio Martín Hernández; Vocales: Carlos Pérez Taño, Pedro Hernández Martín, Benigno Mederos Perera, Ángel Rodríguez Pérez y Antonio Fuentes Fajardo.
El miércoles 31 de agosto de 1955, hace ahora setenta años, se procedió a la bendición e inauguración oficial del nuevo campo de fútbol del municipio. La bendición del terreno de juego corrió a cargo del cura párroco de El Paso, Salvador Miralles Pérez, actuando de padrinos Pedro Capote Lorenzo (presidente del Atlético Paso) y su señora, Carmen Cámara Sanjuán, sirviendo de testigos el alcalde de la Ciudad, Miguel Jurado Serrano, el presidente de la Delegación Insular de Fútbol, Sr. Álvarez Melo, los miembros de la Junta pro-campo y los señores invitados que allí se encontraban. El saque de honor lo realizó la madrina, comenzando seguidamente el primer encuentro de fútbol que en él se llevaba a cabo, enfrentándose el C. D. Atlético Paso y el C. D. Victoria «en disputa de una magnífica copa a dilucidar en dos encuentros, donada al efecto». Este primer partido finalizó con la victoria del equipo de Tazacorte, por el tanteo de dos goles a uno. Terminó el primer tiempo con 1-0 a favor de los propietarios del terreno, marcado por José Miguel Pedrianes Rodríguez a. Peracho. Después, en la segunda parte, Castillo, de penalti, y Lepanto, lograron los dos tantos del Victoria. El viernes día 2 de septiembre se jugó el segundo encuentro entre los mismos equipos, venciendo otra vez el Victoria por 3-1, adjudicándose por tanto la copa «trofeo Afra». Estos partidos de fútbol son el punto de partida de los Trofeos o Copas a celebrar durante las celebraciones de las fiestas de Ntra. Sra. del Pino.
El partido de competición oficial que inauguró el nuevo Campo de Fútbol de El Paso fue un enfrentamiento del campeonato insular, en septiembre de 1955, donde el Atlético Paso se impuso al Aridane (2-1). El honor de materializar el primer gol oficial en el nuevo estadio de El Paso le correspondió al jugador tinerfeño del Atlético Paso, Juan Arteaga.
La noticia sobre el nuevo campo de fútbol, recogida en las páginas del Diario de Avisos el 8 de septiembre de 1955, señalaba las siguientes características de la nueva pista deportiva:
«El campo mide 96,40 m de largo, por 54 de ancho, siendo susceptible su ampliación, cosa que se llevará a efecto, según se nos explicó amén de su terminación total, que lo convertirá en el primer campo de fútbol de la Isla, con toda clase de instalaciones al efecto. El terreno de juego aún está demasiado blando, levantándose gran cantidad de polvo, que a veces entorpece la visibilidad de las jugadas, pero con abundantes riegos y la aplicación de un rodillo, es defecto que quedará corregido, hasta que se plante el césped que cubrirá la cancha. El Paso ha visto así coronados sus esfuerzos y premiada su afición, esperando que ahora que son propietarios de un terreno de juego, no defrauden a sus seguidores».
Como se recogía en el artículo de prensa, la nueva instalación deportiva se inauguró sin estar totalmente terminada y hasta principio de los años setenta del siglo XX no se acometió la terminación total, que ya desde 1955 estaba prevista. En 1972 se concluyen las obras con su cerramiento definitivo, tanto de casetas como de gradas. Crónicas periodísticas de partidos del Atlético Paso como local, nos hablan, en ocasiones, durante los años sesenta, del mal estado del terreno de juego, y la necesidad de unos vestuarios apropiados para los futbolistas y graderíos para los espectadores.
En 1972 se concluyen las obras con su cerramiento definitivo, tanto de casetas como de gradas. Ya la edición del Torneo Ntra. Sra. del Pino de ese año se celebró en el remozado recinto deportivo y el primer partido que se jugó enfrentó al Atlético Paso frente al Belmaco de Villa de Mazo, ganando los verdinegros por cuatro goles a uno.
Sin embargo, la inauguración oficial del Estadio de Fútbol y de la Pista Polideportiva aledaña a aquél se produjo el lunes 16 de octubre de 1972. Se contó con la presencia del delegado nacional de Educación Física y Deportes, Juan Gich Bech de Careda (a la sazón presidente del Comité Olímpico Español); delegado provincial de su Departamento, Félix Álvaro Acuña Dorta; presidente de la Federación Tinerfeña de Fútbol, Miguel Ángel Morales Pestano; Corporación Municipal de El Paso en pleno; cura párroco de El Paso, Evelio Concepción y demás público asistente, entre ellos, numerosos escolares del municipio. El alcalde de la Ciudad, Miguel Ángel Hernández Martín, manifestó su agradecimiento y expresó su satisfacción por «el bien que para la juventud de la misma viene a proporcionarle las instalaciones inauguradas». El delegado nacional, Juan Gich, agradeció las palabras del primer regidor municipal y ofreció el material deportivo necesario para «hacer una auténtica realidad la obra construida y coadyuvar a su óptimo funcionamiento». Seguidamente las instalaciones fueron bendecidas por el párroco de la localidad.
A lo largo de los siguientes años, al Estadio Municipal de El Paso se le han ido incorporando mejoras para hacer de él un recinto adecuado para la práctica deportiva y confortable para el público asistente. Así, recordamos que en el mes de junio de 1984 se procedió a la inauguración de la luz artificial, posibilitando, a partir de entonces, la celebración de partidos nocturnos. En el partido inaugural se enfrentaron, con carácter amistoso, el Atlético Paso y la U. D. Las Palmas.
A principios de los años noventa se establece el techado de la grada este (por medio de una visera), así como la marquesina del palco.
El 30 de julio de 2003 se produjo el acto de bendición e inauguración oficial del césped artificial. Esta obra fue materializada, a través de un Convenio entre tres instituciones: el Excmo. Cabildo de La Palma, la Federación Territorial Tinerfeña de Fútbol y la entidad financiera, Cajacanarias.
El 26 de septiembre de 2020 se procedió a la inauguración de una nueva superficie de césped artificial en el Estadio Municipal de El Paso (17 años después de la implantación de la primera moqueta artificial). Se trataba de un césped artificial de última generación. También se llevaron a cabo mejoras de la infraestructura deportiva con el establecimiento de un riego más eficaz y de menor consumo y mejoras en los banquillos.
Una vez inaugurado, tuvo lugar un partido amistoso entre el Atlético Paso, en aquel momento en Tercera División y, la U. D. Tamaraceite, recién ascendido a Segunda división B, que supuso la vuelta del fútbol al Municipal, tras siete meses de ausencia, debido a las restricciones por la pandemia mundial del covid-19. El resultado final fue de 1-2 favorable al equipo grancanario.
Se continuó remozando la instalación deportiva y, al siguiente año, se comenzó a dotar de asientos el graderío, que una vez concluido en su totalidad, le da un aspecto inmejorable.
A través de estas líneas, hemos pretendido hacer un recordatorio de la evolución que ha sufrido el primer recinto deportivo del municipio de El Paso desde su inauguración oficial, hace ahora setenta años.
*Carlos Valentín Lorenzo Hernández es cronista oficial de El Paso