La presencia de orcas en las aguas atlánticas de La Palma, aunque han sido contempladas en otras ocasiones, no es habitual. Por tanto, sus avistamientos, como el ocurrido este lunes frente a las costas de Fuencaliente, siempre llaman la atención. Según expertos consultados, las tres orcas aparecidas a unas seis millas del litoral de Las Salinas del municipio sureño llegaron atraídas, como ha pasado otras veces, por los atunes pues, los referidos cetáceos, considerados como los mayores depredadores de los océanos, siguen a los bancos de túnicos para alimentarse.
Un pescador recuerda que, hace dos años, durante la campaña de pesca de patudos (atún rojo), fueron también vistas en la costa de Tazacorte.
En la actualidad, la flota de atunes está centrada a la captura de las distintas especies atunes como el barrilote (atún blanco o bonito del norte) y la tuna.
Las orcas, según National Geographic, llegan a pesar más de cinco toneladas y medir hasta nueve metros. Conocidas “también con el temible nombre de ballenas asesinas, se trata de las especie incluida en la familia de los delfines más grande del mundo”, apunta.
Su característica más representativa, explica, “es la aleta dorsal, que puede llegar a medir 1,80 metros y se queda atrofiada cuando permanecen en cautiverio. También es muy peculiar el color blanco y negro que cubre su cuerpo que de una forma única identifica a cada individuo.
En la dieta de las orcas se incluyen desde leones marinos, focas, pingüinos, calamares, pulpos, tortugas hasta tiburones. Se trata de unos animales bastante longevos que viven entre 60 y 90 años y habitan en todos los océanos del planeta, aunque tienen cierta preferencia por las aguas frías.
Son animales inteligentes que han desarrollado un sistema de comunicación muy complejo –directamente proporcional a la red de relaciones sociales que tejen entre los grupos– mediante el cual también se orientan e identifican a sus presas“.