Las dificultades de las personas con discapacidad en la inserción laboral: “He echado muchos currículums y nunca me han llamado”

Noemi Castellano

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Las personas con discapacidad en España presentan una baja integración en el mercado laboral. Esta situación se ve reflejada en que tienen una tasa de inactividad del 64,7% , 42,7 puntos por encima que del resto de la población, así como en que tienen un índice de empleo del 27,8%, un 40,3% por debajo que las personas sin discapacidad. Una circunstancia que se agrava en Canarias, ya que es la comunidad autónoma con más personas con discapacidad económicamente inactivas (73%), en base a los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2022. “He echado un montón de currículums y no me han llamado ni siquiera para una entrevista”, explica María Victoria, de 41 años y usuaria de la Asociación Adepsi, una institución que trabaja en la inclusión laboral de este colectivo.

Carmen Laucirica, presidenta de Plena Inclusión Canarias, una asociación que apoya y representa a las personas con discapacidad intelectual, explica que las oportunidades laborales para las personas con discapacidad se ven limitadas por las barreras arquitectónicas y la falta de accesibilidad a entornos físicos y digitales. Por su parte, Marta Orozco, coordinadora del Área de Formación y Empleo de la Asociación Adepsi menciona que también existen barreras a nivel comunicativo y señala que las empresas “quieren que el nivel de producción no baje, quieren perfiles que sean muy competentes, que sean rápidos”. A lo que Orozco añade que hay algunos perfiles que sí pueden acompañar a esas empresas, pero desde su asociación tratan de fomentar oportunidades para todos.

Por otra parte, Marta Orozco también relata que determinadas empresas tras haber tenido alguna experiencia previa que “no ha sido exitosa”, se “anclan” y dejan de contratar a personas con discapacidad. Por eso desde Adepsi realizan eventos de sensibilización donde empresas con casos positivos cuentan su testimonio, a la vez que llevan a cabo voluntariados corporativos para que las empresas que ponen el freno de primeras a la contratación de personas con discapacidad estén en contacto con ellas y puedan conocer sus capacidades, ya que según expone la presidenta de Plena Inclusión Canarias, Carmen Laucirica, estas pueden ser subestimadas. Por lo que la presidenta apunta que “es importante reconocer su potencial y brindarles oportunidades adecuadas”.

Carmen Laucirica, que tambien es presidenta del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) en Canarias, menciona que la discriminación y los estereotipos en torno a las personas con discapacidad pueden dificultar también  su acceso al empleo. Unos prejuicios que Marta Orozco apunta que se dan sobre todo ante la discapacidad mental e intelectual, las que denomina como discapacidades “invisibles”. Se trata de los dos tipos de discapacidad con menor tasa de empleo, siendo esta del 23,8% para la intelectual y del 18,9% para la mental. Un índice notablemente inferior al que tienen las personas con discapacidad física (33,7%) o sensorial (42,9%).

Condicionantes de edad y de género

Dentro de este colectivo, los jóvenes de entre 16 a 24 años tienen más dificultades para encontrar un puesto de trabajo, ya que presentan una tasa de paro del 48,1%, la más alta entre todos los grupos de edad en disposición de trabajar. Porque según comenta Orozco “no cuentan con experiencia y muchas veces las empresas frenan esas posibilidades de primeras experiencias”.

Las mujeres además de tener que hacer frente a las desiguales por su condición de discapacidad también tiene que afrontar las ocasionadas por su condición de género. Al igual que sucede con las mujeres de manera general, las que pertenecen a este colectivo están sujetas a mayor parcialidad y temporalidad laboral que los hombres. El 79,1% de los hombres con discapacidad son contratados de manera indefinida frente al 76,1% de mujeres. Asimismo el 86,8% de los hombres de este grupo suelen acceder más a una jornada completa en comparación con el 75,3% de las mujeres. A ello se le suma que las mujeres con discapacidad tienen un sueldo menor que el de sus iguales. Según los últimos datos publicados por el INE en 2021, la ganancia bruta anual de las mujeres con discapacidad es de 20.193 euros de media, 2.327 euros menos que los hombres del colectivo y 3.062 euros menos que las mujeres sin discapacidad.

Papel de Adepsi en la mejora de la empleabilidad

Desde la Asociación Adepsi trabajan para impulsar oportunidades laborales para las personas con discapacidad, en especial para aquellas con discapacidad intelectual. Con este propósito imparten distintos cursos donde sus miembros pueden adquirir las competencias que requiere el mercado laboral, como son la iniciativa, el trabajo en equipo, la responsabilidad o las destrezas digitales, ofreciéndole a esta última una especial relevancia con el fin de minimizar la brecha digital y para que aprendan a darle un uso funcional de los recursos tecnológicos, según indica la coordinadora del Área de Empleo y Formación de la asociación. A su vez, Orozco señala que realizan formaciones en la elaboración de currículums, al igual que desarrollan simulaciones de entrevistas para que las personas puedan tener la seguridad de saber cómo enfrentarse a una. 

Por otra parte, la asociación se encarga de intermediar con las empresas ofreciéndoles diferentes perfiles para cubrir sus vacantes y brindándole a las personas que se incorporan una serie de apoyos para facilitar su integración. Entre estos se encuentran acompañarlos en transporte público hasta su puesto de trabajo, ya que según relata Orozco algunas personas no tienen la autonomía suficiente para desplazarse hasta allí y de esta manera se adquieren esta independencia y seguridad. También les ayudan en la secuenciación de tareas o a poder trasladar de manera asertiva alguna cuestión a los superiores de las empresas.

En 2023, la asociación formó a 260 personas con discapacidad. En la actualidad, en sus instalaciones se está impartiendo un curso de preparación de oposiciones para conseguir plaza como personal laboral fijo de la Administración General del Estado en la especialidad Tareas Complementarias de Apoyo. Entre los alumnos de esta formación se encuentran Maria Isabel, Carlos, Maria Victoria y Gabriel. Todos ellos cuentan con una experiencia diferente en relación a su inserción laboral. Por su parte, María Isabel de 32 años cuenta que nunca ha trabajado, comenta que solamente ha ayudado a su familia a hacer distintas guardias para el cuidado de su bisabuelo. Patrón que se repite en el caso de María Victoria, quien relata que esta situación de querer trabajar y no poder la hace sentir “fuera de lugar” y que ha decidido presentarse a estas oposiciones para conseguir un empleo y no depender de nadie. En cambio, sus compañeros Carlos, de 25 años, y Gabriel, de 31 años, sí han tenido algunas oportunidades de empleo y quieren acceder a esta oposición para tener garantizada una estabilidad. 

La coordinadora del Área de Empleo y Formación de Adepsi, Marta Orozco, considera que es importante estar activo laboralmente porque significa generar una serie de hábitos, desarrollar una serie de habilidades, ofrece la posibilidad de hacer carrera profesional en las empresas, además, permite compartir con otras personas con o sin discapacidad y que la persona pueda sentirse realizada.