España acuerda con Mauritania el desembarco del 'Marine I'

El buque Marine I, fondeado desde hace cinco días frente a las costas mauritanas con cerca de cuatrocientos inmigrantes a bordo y tras dos meses de viaje por alta mar, partió este viernes en dirección al puerto de Nuadibú después de conseguir España un acuerdo diplomático con Mauritania. La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, informó de que cuando la nave llegue a tierra se procederá inmediatamente al desembarco de estas personas, de origen asiático y africano, que fracasaron en su intento de arribar al litoral de las Islas Canarias.

El buque, averiado desde el domingo a 15 millas de la costa mauritana, será remolcado a puerto tras las negociaciones emprendidas por el Gobierno español para que el país africano levantara la prohibición que impedía su retorno. La negativa de las autoridades de Mauritania a permitir la entrada en su país de inmigrantes no es un caso aislado, ya que se han registrado tres situaciones de características similares y la última el pasado julio.

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, informó durante la mañana de este viernes que esperaba cerrar “con carácter inmediato” un acuerdo de repatriación de los subsaharianos. La medida afectaría a unos 35 pasajeros del barco socorrido, que dijeron ser nacionales de Guinea-Conakry, Liberia y Sierra Leona; mientras que el resto de los embarcados, procedentes de diversos países asiáticos, quedarían bajo la responsabilidad de la Organización Internacional de Migraciones (OIM).

El primer acuerdo fue posible gracias a las “intensísimas” gestiones que realizó el secretario de Estado, quien el pasado jueves viajó a Mauritania y Guinea-Conakry para entrevistarse con las autoridades antes de regresar a Nuadibú durante la mañana de este viernes. León explicó que Mauritania no acogerá a los inmigrantes clandestinos porque, jurídicamente, “no es responsable de su drama”, pero subrayó que este país podía contribuir a buscar “una solución humanitaria a esta crisis”.

“Ningún caso grave de salud todavía”

Los inmigrantes, según informo Cruz Roja, solicitaron ser desembarcados lo antes posible y poder recibir ayuda en tierra, según las comunicaciones establecidas por radio con Cruz Roja Española.

En el carguero se encuentran 372 personas, 305 de ellas de Cachemira y el resto de Costa de Marfil, Birmania, Sierra Leona, Sri Lanka y Liberia. En cualquier caso, “son datos de inmigrantes a bordo, que no hemos podido confirmar in situ”, dijo en conversación telefónica una portavoz de Cruz Roja en Nuadibú.

La organización mantiene en ese puerto un dispositivo con personal sanitario y ambulancias, para atender el eventual desembarco de los inmigrantes, dentro del trabajo que desde hace un año desarrolla en colaboración con la Media Luna Roja en esa zona. “Hemos establecido contactos con diversas personas a bordo y hay casos que sufren ciertas molestias, como diarreas y fiebre, pero no hay ningún caso grave de salud todavía”, agregó.

Tras señalar que hay datos contradictorios respecto al país desde el que ha zarpado el barco (“no podemos dar una información veraz”), el portavoz de Cruz Roja agregó que los inmigrantes, en sus comunicaciones, no hablaban de cuál es la mejor forma de resolver el conflicto porque “sólo piden que se solucione lo antes posible”. Según el representante de la Media Luna mauritana en Nuadibú (norte de Mauritania), Ahmedú Uld Hay, el pasado jueves se suministraron medicamentos, agua y comida a los embarcados.

Uld Hay subrayó que, “por medidas de seguridad”, el personal de la organización no había podido subir al buque a la espera de que se solucionase “el problema de dónde van a desembarcar”.

“Asombro y tristeza” por la falta de solidaridad del Gobierno canario

Antes de que se solventara el conflicto, el presidente del Gobierno de Canarias, Adán Martín, insistió en demandar mayor implicación de la Unión Europea frente a las inmigración ilegal, si bien dijo que “en ningún caso” el barco debía de ser trasladado al Archipiélago. En respuesta, el presidente de la Coordinadora de Organizaciones No Gubernamentales (ONG), Jesús Montesdeoca, expresó su “asombro y tristeza” por la falta de solidaridad del Ejecutivo canario.

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y S.O.S. racismo coincidieron en solicitar al Gobierno español que actuase “urgentemente” en cumplimiento de sus obligaciones con respecto a los inmigrantes, una situación de la que, concluyeron, “debería responsabilizarse”.

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