Los jóvenes canarios cayeron en masa al paro cuando estalló la pandemia; ahora son los primeros en recuperar el empleo perdido

Toni Ferrera

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Javier vivía en Madrid cuando escalaron los contagios de coronavirus por primera vez en España. Trabajaba como captador para una ONG y residía en un piso compartido junto con su pareja y una amiga. A los pocos días de que el Gobierno declarara el estado de alarma, le llamaron para comunicarle que estaba despedido. No tardó mucho en regresar a Canarias.

Casi un año y medio después, Javier, de 26 años y graduado en Biología con un máster en Biodiversidad, ha sido contratado por una consultoría de asesoramiento a empresas del primer sector para coordinar la transformación digital de varias compañías pequeñas. El trabajo no se asemeja mucho a lo que estaba buscando. Pero ya es algo, añade.

Los datos de afiliación a la Seguridad Social en Canarias en el último mes de julio revelan que los menores de 30, los que sufrieron especialmente la caída al desempleo con la llegada del confinamiento, están recuperando poco a poco el terreno perdido. En febrero de este año eran 93.300 los que estaban afiliados; ahora son más de 99.420. La cifra lleva cinco meses consecutivos creciendo, aunque aún está lejos del valor registrado en febrero de 2020 (114.798), antes de que se torciera todo.

No hay ningún otro grupo poblacional que haya experimentado un crecimiento similar. Los registros de la franja de edad de 30 a 39 años se mantienen estables, incluso con un ligero descenso en las últimas cuatro semanas. Para los de 40-49 y 50-59, más de lo mismo. El caso de los mayores de 60 es particular, porque el número de afiliados llevaba aumentando desde incluso antes de la primavera anterior y en la última actualización ha sufrido un pequeño receso, pero nada destacable.

Los últimos datos son positivos y han sido celebrados “desde la prudencia” por el Gobierno de Canarias. La directora del Servicio Canario de Empleo (SCE), Dunnia Rodríguez, ha recordado que julio es un mes “con marcado carácter estacional”. En verano siempre repunta la contratación, pero lo hace gracias a la búsqueda de empleo de miles de jóvenes en vacaciones y la oferta del sector servicios, sobre todo la hostelería y el comercio.

Ana también se graduó en Biología hace unos años. Con 25, no había conseguido trabajo hasta hace unas semanas, cuando la llamaron de una cafetería para empezar un periodo de prueba como camarera. Es una más de los 49.010 contratos temporales que se firmaron en Canarias durante el mes de julio, el 89,36% del total. La mayoría de ellos, también, cerrados por jóvenes.

“Desgraciadamente los jóvenes parten con una situación de desventaja absoluta, liderando Canarias las tasas de desempleo juvenil de toda Europa”, apunta Ester Martin, secretaria de Acción Sindical de Comisiones Obreras. “Los contratos temporales se incrementaron un 32,8% con respecto a julio de 2020. También han aumentado los de jornada parcial, un 31,4%, así como los de duración inferior a una semana, un 61% más”.

Bajo estas condiciones es difícil prever si la línea ascendente entre los menores de 30 va a aguantar después del verano. Pero también es cierto que en el Archipiélago ya se ha cronificado la temporalidad y la inestabilidad del mercado laboral. Y quizá el total de afiliados siga creciendo, pero la cuestión que remarca Martin es en qué condiciones lo hará.

“Debemos impulsar el anteproyecto de la ley de renta de ciudadanía de Canarias, ampliar la cobertura y mejoras en la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV) y por supuesto, políticas activas de empleo (también en economía azul, circular y Plan Reactiva) que permitan a los colectivos con más dificultades incorporarse al mercado laboral o recualificarse”, señala.

El Observatorio Canario del Empleo y la Formación Profesional (OBECAN) divide las cifras de contratación en tres grupos demográficos: menores de 25, entre 25 y 45 y 45 o más. El drama de la temporalidad se siente principalmente en el primero, ya que solo siete de cada 100 contratos firmados entre junio y julio son indefinidos. Para el resto (25-45 y más de 45) el dato escala a 13,27 y 12,7, respectivamente. 

La tasa de paro juvenil baja un poco, pero sigue siendo muy alta

La tasa de desempleo entre los menores canarios de 25 años cayó al 52,36%, según los últimos registros de la Encuesta de Población Activa del segundo semestre. Sigue siendo muy alta, de las que más del continente. Los que están sin trabajo este mes de agosto explotan las posibilidades para encontrar algo de estabilidad. Es el caso de Daniel, al que despidieron hace unos días de su empleo como educador social en un centro de menores extranjeros en Gran Canaria. Ahora, dice, busca de lo que sea.