Unos cuarenta trabajadores del centro de salud de El Fraile, en el municipio de Arona, al Sur de Tenerife, protestaron este mediodía por la falta de aire acondicionado en el consultorio, problema que se da desde hace tiempo, que les llevó en junio pasado a presentar 63 firmas en un escrito reivindicativo dirigido a la gerencia.
El problema sólo se ha resulto en el pasillo y laboratorio, pero no en las consultas, dado que el aparato que trajeron hace días vino abollado y deteriorado, por lo que hay que arreglarlo y la situación persistirá.
Los profesionales recalcan que se trata de un centro de salud de mucha relevancia en la localidad, que atiende a unos 25.000 adultos y 4.800 menores, lo que da perspectiva del problema. De hecho, Boris Marín, uno de los médicos que participaron hoy en la protesta, señala a Canarias Ahora que ya se han producido desmayos de pacientes y que una de las higienistas sufrió un síncope por calor, al trabajar con el rostro tapado. Por eso, se muestra muy preocupado por que se sigan dando estas situaciones en las consultas dentales.
Los profesionales quieren que la protesta de este viernes haga reaccionar a la gerencia y que se resuelva este problema cuanto antes, pero, de lo contrario, repetirán el paro las veces que crean necesario en busca de salidas.
Para los médicos, enfermeros y demás personal, la tardanza en aportar los aparatos y el hecho de que uno llegara mal y perdure el problema demuestra desidia y desprecio por los profesionales y los muchos pacientes de este centro, ubicado en uno de los núcleos más populares de Arona, junto al puerto de Las Galletas.
El problema con el aire acondicionado en este consultorio se remonta a 2023. De hecho el PSOE de Arona lo ha denunciado en diversas ocasiones, ha criticado las “condiciones extremas” para los pacientes y trabajadores y exigido soluciones al Gobierno de Canarias y al ayuntamiento. Según sus datos, se han sufrido jornadas con 35 grados en plena ola de calor y sin aire acondicionado en gran parte del centro.
La gravedad fue tal que incluso tuvieron que colocar biombos para mantener abiertas las puertas y ventanas y poder así ventilar las consultas y otras dependencias, lo que los socialistas consideran impropio del siglo XXI y de una sanidad de calidad de la que hablaban CC y PP a escala regional. A juicio del exalcalde, José Julián Mena, un consultorio no puede convertirse en otro problema de salud para pacientes y profesionales que acuden a centros así para curarse otras dolencias o enfermedades.