Los dos acusados de haber violado a una joven en los carnavales de Las Palmas de Gran Canaria de 2023 han defendido este miércoles ante la Audiencia Provincial que ella consintió en hacer un trío, pero la Fiscalía ha remarcado que en los vídeos que ellos mismos grabaron se le oye llorar y pedir que paren, mientras se ríen de ella.
En la segunda y última sesión del juicio que se siguen contra T.A.P. y A.A.B., la fiscal Cecilia Acebal y la acusación particular ejercida por Pino de la Nuez han señalado al tribunal que “hay prueba de que los acusados eran conscientes de que la víctima no estaba prestando su consentimiento” y de que los procesados faltan a la verdad, algo que niegan las defensas, que solicitan su absolución.
Las dos acusaciones han mantenido la condena de 19 y 20 años de prisión que reclaman para los dos procesados, por delitos de agresión sexual y revelación de secretos, y, además, la fiscal ha elevado de 10.000 euros a 30.000 euros la cuantía que pide por los daños morales sufridos por la víctima, misma cantidad solicitada por De la Nuez.
La fiscal ha subrayado que la denunciante no dio su consentimiento y tenía la voluntad anulada por el alcohol. Pese a ello, hicieron el acto sexual, ha continuado la acusación, que ha recordado que el consentimiento también puede ser retirado durante la relación.
El testimonio de la víctima, además, ha sido siempre el mismo, solo tiene flashes de lo ocurrido y no incurre en contradicción, es “lógico, coherente y persistente y responde a patrones comunes en supuestos similares”.
Además, Acebal ha recalcado que el consumo de alcohol por la víctima ese día puede generar lagunas en la memoria, al igual que el hecho traumático que sufrió, y se ha preguntado qué motivos tiene para denunciar estos hechos si es que dio su consentimiento voluntariamente y se lo pasó bien, como mantienen los acusados.
“No ha tenido ganancia” alguna y su vida ha cambiado de forma negativa, ha incidido.
La fiscal ha hecho hincapié en los hematomas que presentaba en la mandíbula, las nalgas y brazos, que son compatibles con “agarrones”, según las médicos forenses, que también ha referido que tenía una escoriación de dos milímetros en la vagina y que podría deberse a que fue una relación no consentida, aunque las defensas sostienen que pudo ser causado por la intensidad, cuestión que han admitido las peritos.
Además, ha dicho que la huella psicológica en la víctima es evidente, al igual que el trauma que sufre y las graves consecuencias que han tenido los hechos, ya que los acusados realizaron actos contra su libertad sexual, se aprovecharon y abusaron “porque eran dos”, grabaron las relaciones que mantuvieron, se intercambiaron vídeos y fotos y uno de ellos, T.A.P., se las pasó a un tercero, y todo ello sin su consentimiento.
La acusación particular ha subrayado que se trata de un caso de “agresión sexual múltiple” y que la declaración de la víctima cumple con todos los parámetros de las sentencias dictadas para este tipo de delitos por el Tribunal Supremo y el Constitucional.
La prueba de cargo, según De la Nuez, radica tanto en su testimonio, como en los audios y vídeos grabados por los acusados y que se han reproducido en la sala a puerta cerrada, así como en los informes de los médicos forenses e, incluso, en el testimonio del taxista propuesto por las defensas, que fue quien trasladó a los tres jóvenes desde la plaza de la Música donde se conocieron hasta la casa de uno de ellos, donde sucedieron los hechos.
Este testigo, en la reproducción de su declaración, dijo que la chica estaba pasada de copas y se le notaba en el habla, ha referido la letrada de la denunciante, que también ha abundado en el trauma que sufre su cliente, algo que niegan las defensas.
“No hay indicadores de trauma (de la denunciante) desde que llega hasta que se va” de la casa donde sucedieron los hechos denunciados, ni existe amnesia disociativa, ha mantenido una psicóloga propuesta por los procesados, al tiempo que ha sugerido que la joven “puede ocultar información” y que ella es quien dirige la relación y ellos están pendientes de lo que quiere.
Los acusados solo han contestado a las preguntas formuladas por sus defensas y, en el derecho a la última palabra, T.A.B. ha vuelto a negar los hechos.
T.A.B. ha dicho que le gustaría saber el motivo que llevó a la joven a denunciarles y en su declaración, al igual que el otro acusado, ha afirmado que se conocieron esa noche y que ella tuvo relación con ambos y que cuando terminaron ella se quiso quedar a dormir con los dos.
El procesado T.A.B, para el que se piden 20 años de prisión, ha detallado que A.A.B. se fue a otra habitación y que al día siguiente fue cortés con la chicha y que ninguno supo más de ella hasta la denuncia, y también ha admitido que grabó imágenes de las relaciones que mantuvieron por seguridad.