Una ruta para conocer lo mejor del Parque Rural de Anaga

Laurisilva en el Parque Rural de Anaga.

Viajar Ahora

28 de mayo de 2022 00:34 h

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El acceso al Monte de Las Mercedes desde La Laguna es un ascenso sin pausa hacia ‘lo salvaje’. La vega lagunera es uno de los trozos de tierra más fértiles y feraces de toda Canarias. Un lugar en el que, pese a la creciente presión urbanística, se suceden las huertas hasta que, de súbito, el bosque toma el remplazo ocultando el sol. Anaga es uno de los puntos más importantes de cualquier visita a Tenerife y nadie debe dejar de pasar por aquí si quiere volver a casa diciendo que conoce la isla. Una ruta en coche de una jornada basta para pasar por sus lugares más importantes y llenar la memoria de la cámara de fotos. Un par de días te dará para hacer alguna de sus rutas de senderismo y descubrir algunas joyas secretas como la deliciosa Afur y la ruta que baja hasta la Playa de Tamadite. Pero para eso hay que dejar el coche y caminar un buen rato. Algo que merece mucho la pena.

Una ruta clásica hasta Taganana.- La ruta clásica para visitar este espacio natural y cultural parte de la Ciudad de La Laguna y, durante los primeros kilómetros, transcurre por su fértil vega. La TF-13 (Km. 0) sirve para conectar la autopista del norte (TF-5) con la vega sin la necesidad de entrar en el casco de la ciudad lagunera. El nombre de Las Mercedes ya lo dice todo. Estamos en uno de los paisajes agrícolas más productivos de Tenerife en el que aún hoy podemos ver como se suceden las huertas, los viñedos y algunas viejas casas tradicionales que han sobrevivido a la presión urbanística. La TF-13 y la TF-12 te van a permitir ir un poco más rápido, pero merece la pena gastar un par de minutos más y subir hacia el bosque por el antiguo Camino Viejo de Las Mercedes, dónde vas a poder disfrutar de cerca de este paisaje humanizado.  Ya desde arriba, la primera parada la hacemos en el Mirador de Jardina. Aquí no sólo vamos a poder ver, desde los márgenes del bosque, el paisaje rural de Las Mercedes; también toda la Vega lagunera, las rampas de La Esperanza y el Teide en toda su plenitud. Es una de las fotos más bonitas de toda la isla y un anticipo de lo que nos espera un poquito más adelante.

Un alto en Cruz del Carmen (Km. 11,2).- La excusa para parar aquí es otro de esos miradores que quitan el hipo. Cruz del Carmen supera las vistas de Jardina y amplia la visión sobre buena parte del área metropolitana de Santa Cruz-La Laguna y más allá. Pero en aquí hay otras muchas cosas que hacer: la primera es pasarse por el Centro de Interpretación del Parque Rural de Anaga para empezar a entender el espacio desde el punto de vista natural y cultural. Aquí también vas a poder recabar información sobre los senderos y retirar un mapa folleto con información útil sobre el parque. La escala es también una buena oportunidad para adentrarse en el bosque a través del sendero autoguiado de  Los Sentidos con apenas 600 metros. Aquí también te vas a encontrar con un mercado de productos locales, una vieja ermita y el Restaurante Cruz del Carmen, otro mito tinerfeño. Bueno para comer y para desayunar (con mantecados como no los comimos en otro sitio).

La doble vertiente en Pico del Inglés (km. 13,1).- Es otro de los miradores clásicos. Después de dejar atrás la Cruz del Carmen, la carretera va justo por la divisoria entre las dos vertientes de la cordillera de  Anaga. Desde el Pico del Inglés puedes ver las laderas que bajan hasta Santa Cruz de Tenerife (con buenas vistas sobre la vecina isla de Gran Canaria) y las del norte (con una panorámica que culmina en los Roques de Anaga). Aquí se vive, prácticamente, al filo del abismo. Las casas de la Cumbre son un ejemplo de lo que supone vivir justo en la crestería.

¿Bajar a Afur? (km. 24,2).- Sí. Por dos razones. La primera es el la espectacularidad del camino, que culmina en un pueblecito encantador en un entorno impresionante. Aquí empieza una de las rutas a pie más recomendables de toda la comarca (la que baja hasta la Playa de Tamadite). Pero basta con acercarse hasta el fondo del barranco y mira a tu alrededor: las terrazas de cultivo, las montañas, el agua que suele manar por las torrenteras, el pitón de piedra del Roque de Taborno… Y la segunda es, si se tercia, comer el mejor puchero de Tenerife en el Restaurante Casa Nene (TF-136; Tel: (+34) 674 53 40 55).

Una escalera mágica: Las Vueltas (Km. 33,6).- Este lugar es otro de los lugares que no deja a nadie indiferente. Desde la Casa Forestal parte uno de los senderos más bonitos de todo el Parque Rural de Anaga, el de Las Vueltas. Y si vas con coche, aquí hay que parar y hacer al menos el primer tramo de este camino mágico; el que asciende a través de una escalera excavada en la tierra y cubierta por un auténtico túnel de bosque. Es una de las fotos quye hay que hacer sí o sí en Tenerife.

Bajar hasta Taganana (km. 44,6).- Taganana ejerce de capital de Anaga. Este pueblo situado en la vertiente norte de la cordillera fue uno de los centros económicos más importantes de la isla durante siglos gracias al cultivo de la vid y la exportación de vinos; y no hay nada más que echar un vistazo a ambos lados de la carretera para advertir los restos de ese pasado en las terrazas de cultivo que ocupan prácticamente todo el barranco. Y de estos tiempos quedan algunas casonas canarias de gran calidad arquitectónica y maravillas como la Iglesia de Nuestra Señora de Las Nieves, un templo mudéjar del siglo XVII que guarda algunos tesoros artísticos de gran valor y artesonados de madera (techos) de gran valor. Date el gusto de pasear por el pueblo y llegarte hasta el Caserío de Portugal, dónde te vas a encontrar con casas tradicionales perfectamente conservadas. El vino fue durante siglos la razón de ser de Taganana. En la Playa del Roque, un arenal oscuro batido casi siempre por el oleaje, se encuentra el Roque de Las Bodegas, un pedrusco con una cueva natural que se adentra en el mar que sirvió de punto de embarque de los caldos locales hacia los mercados del norte de Europa.

Fin de ruta en Benijo (km. 49,5).- Otro mito insular. La única manera de llegar hasta esta playa de arena negra es a través de una escalera de vértigo. No es una playa tranquila; la franja de arena sólo es grande cuando la marea está baja y las olas suelen batir con fuerza. Y aún así es uno de los paraísos tinerfeños más recomendables. Por lo menos hay que verla desde arriba y si se llega a la hora de comer aprovechar las vistas y los magníficos pescados de El Mirador (Tel: (+34) 627 295 542), uno de nuestros restaurantes preferidos de Tenerife.

Más allá del cruce de Taganana-San Andrés (11,5 kilómetros más sólo ida).- La inmensa mayoría de los que conducen por las carreteras de Anaga se toman el cruce de la TF-12 y la TF-123 como una especie de frontera infranqueable. Y no saben lo que se pierden. Los 11,5 kilómetros que separan la zona de El Bailadero y Chamorga atesoran los mejores retales de Laurisilva de toda la Reserva de La Biosfera: a este tramo de carretera lo llaman El Bosque Encantado, y no hay que hacer muchos esfuerzos intelectuales para descubrir el porqué.  Sólo por llegar merece la pena andarse hasta Chamorga. Ahí te vas a encontrar un cementerio colgado, literalmente, del abismo, una pequeña ermita, un restaurante sencillo pero con comida riquísima (Casa Álvaro; Tel: (+34) 922 599 225) un puñado de casas de arquitectura tradicional y un entorno espectacular. Desde aquí puedes hacer varios senderos o internarte un par de kilómetros por alguno de los caminos que bajan a la costa o se internan en el bosque como el Circuito de La Ensillada (ruta circular muy sencilla de 6,2 kilómetros).

Anaga en tres rutas a pie

La Costa: Afur –Tamadite- Taganana.- Longitud: 7,2 kilómetros hasta Taganana ó 11,6 kilómetros circular con salida y llega en Afur. Ruta en Wikiloc. Transporte Público: Titsa Línea 076 La Laguna –Afur y Línea 946 Taganana - Santa Cruz de Tenerife. Para nosotros es la ruta en mayúsculas de Taganana. Las Vueltas es la ruta más famosa de la Reserva de la Biosfera, pero para nosotros ésta es más espectacular y resume mejor lo que ofrece esta comarca fantástica. El camino desciende por el Barranco de Afur hasta la playa de Tamadite (pasando por varias zonas de pozas) y bordea un cantil costero hasta la vecina Taganana. Tienes la posibilidad de volver hasta Afur pasando por las zonas más bajas del bosque de Laurisilva a los pies de los Roques del Fraile.

El bosque y el espacio humano: Las Vueltas de Taganana.- Longitud: 5,3 kilómetros hasta Taganana ó 9,3 circular. Transporte Público: Titsta Líneas 076 y 077 La Laguna – Casa Forestal y Línea 946 Taganana - Santa Cruz de Tenerife. Ruta en Wikiloc. Es la ruta por Anaga por antonomasia. Al igual que sucede con la ruta de Tamadite hay dos opciones: una ruta lineal hasta Taganana con un descenso de 5,2 kilómetros o una opción circular que incluye un ascenso de casi 700 metros de desnivel y un acumulado total de 9,3 kilómetros. En ambos casos, el sendero nos permite entrar de lleno en el bosque de Laurisilva y poder ver como la actividad humana lo ha ido transformando en sus zonas más bajas para crear paisajes agrícolas de gran belleza.

Camino hasta el mar: El Barranco de Roque Bermejo.- Longitud 7,84 kilómetros (circular). Transporte Público: Titsa Línea 947 Santa Cruz de Tenerife –Chamorga. Ruta en Wikiloc. Esta ruta es una desconocida para el turismo y es frecuentada mayoritariamente por senderistas locales. Muy poca gente se aventura más allá del Cruce de San Andrés y Taganana (TF-12 y TF-123) y se quedan sin ver el Bosque Encantado (una de las porciones mejor conservadas de la Laurisilva local), los alrededores del Roque Anambro y el pueblo de Chamorga, que parece que está en otro mundo. El sendero baja por el Barranco de Roque Bermejo hasta la costa en un camino bastante exigente pero espectacular y que te permite ver una porción de la isla que muy poca gente conoce. Tiene un halo de aventura espectacular.

Fotos bajo Licencia CC: Robert Wirrmann; Xavi; BrainMaY; someone10x; Daniel Muñoz; Alexander Mois

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