Diez lugares ‘secretos’ para huir de las masas de turistas en Florencia

Florencia desde San Miniato al Monte.

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Hay pocas ciudades en el mundo con una concentración de belleza apenas similar a la de Florencia. La capital toscana no sólo es una de los lugares más bonitos del mundo, sino que representa uno de los momentos de mayor explosión creativa de la historia de la Humanidad. El Renacimiento supuso una verdadera revolución urbanística y artística para una ciudad que, literalmente, se llenó de grandes obras de arte. Pensar en Florencia es pensar en sus grandes monumentos y sus plazas y jardines monumentales: el Duomo de santa Maria dei Fiori, el Ponte Vecchio, la Piazza della Signoria, la Santa Croce o las maravillas de la Galería Ufizzi o el Museo delle’Opera… Miguel Ángel, Rafael, Gozzoli, Brunelleschi, Leonardo… Una Florencia que atrae a miles y miles de visitantes cada día en riadas que, muchas veces, agobian. Por eso también hay una ciudad más tranquila en la que es posible respirar y alejarse de las multitudes. Y hoy nos centraremos en esa Florencia a través de diez lugares poco conocidos o transitados.

El Corredor Vasariano (Acceso por galería Ufizzi) Este insólito corredor elevado de más de 1.300 metros de longitud es otra de las extravagancias que ponen de manifiesto el inmenso poder que atesoraron los Medicci. Este pasillo une los palacios Vecchio y Pitti usando el Ponte Vecchio para salvar el Arno y fue diseñado por Georgio Vasari. La función de este pasillo monumental era simple. Permitir a los Medicci ir y venir entre los dos lugares (los más importantes centros de poder de la antigua República Florentina) sin tener que mezclarse con la gente. Hoy es una sala poco transitada de la Galería Ufizzi que necesita de sacar entrada con antelación

El Museo Horne y la Casa Vasari (Via dei Benci, 6 y Borgo Santa Croce, 8; Tel: (+39) 055 244661).- Este museo privado es una de las muchas opciones para ver grandes obras de arte sin tener que compartir espacio con miles de turistas. Este museo alberga la colección privada de Herbert Percy Horne un inglés del siglo XIX que se enamoró de Florencia y del arte italiano. La colección incluye obras de Giotto, Lorenzetti o Gozzolo entre otros genios del Renacimiento y el Barroco. Pero más allá de la colección artística (que incluye esculturas, dibujos y artes decorativas), la visita permite ver por dentro el Palazzo Corsi, uno de los ejemplos paradigmáticos de la arquitectura civil florentina. Por encargo también puedes incluir una visita guiada a la Casa Vasari, uno de los más fastuosos palacios de la ciudad con frescos del propio Giorgio Vasari que vivió aquí. Uno de los top cercanos a este museo es la Basílica de la Santa Cruz.

Los frescos del Cenáculo de Sant'Apollonia (Via Ventisette Aprile, 1; Tel: (+39) 055 290656).- Es otro de esos lugares que deberían estar petados de gente pero que pasan desapercibidos por a gran cantidad de grandes monumentos y la avalancha de obras maestras que rebosan la ciudad. El cenáculo (lugar en el que comían los monjes de un monasterio ya desaparecido) engaña ya que por fuera es de una sencillez brutal: pero por dentro aparecen los magníficos frescos realizados a mediados del siglo XV por Andrea del Castagno (que representan la Última Cena, la Crucifixión, la Deposición y la Resurrección). La particularidad de estas pinturas es el uso de la perspectiva siendo uno de los primeros ejemplos de arte renacentista de la ciudad. Esto debería ser un templo de la historia del arte mundial, pero apenas recibe visitas.

La Capilla del Santo Sepulcro de San Pancracio (Piazza di S. Pancrazio; Tel: (+39) 055 219432).- San Pancracio es una de las muchas iglesias de la ciudad. En esta ocasión, estamos ante un templo reconvertido en centro cultural (Museo Marino Marini) pero que conserva algunas joyas de su pasado sacro. El más destacado el templete que sirve de mausoleo de la familia Ruccellai (emparentada con los mismísimos Medicci) en la Capilla del Santo Sepulcro. Esta obra magna de la ‘arquitectura’ funeraria renacentista fue obra de Leone Battista Alberti a mediados del siglo XV. Alberti se inspiró en el Santo Sepulcro de Jerusalén aunque con un toque clasicista puramente marca renacimiento.

La Capilla de los Reyes Magos (Via Camillo Cavour, 3; Tel: (+39) 055 276 0340).- El Palacio Medicci Riccardi suele quedar fuera de los circuitos habituales por varios motivos: el más notable es el precio de la entrada (10 euros) y algunas críticas en foros que dicen que el palacio es bonito pero que no merece la pena. Y si eres un amante del arte en mayúsculas te decimos que sólo por ver la Capilla de los Reyes Magos (obra maestra de Benozzo Gozzoli) la visita merece la pena. También tienen una interesante colección de mármoles romanos y el palacio es digno de verse. Pero la capilla dei Magi es uno de los lugares más bonitos que vimos jamás.

Giardino dei Simplici (Via Pier Antonio Micheli, sn; Tel: (+39) 055 275 6444).- El jardín botánico de Florencia es un pequeño oasis verde en pleno casco histórico a dos pasos del famosísimo Convento de San Marcos, dónde se encuentran los frescos de Fra Angelico, una de las grandes figuras de los primeros momentos del Renacimiento.

El Mercado de San Ambrogio (Piazza Lorenzo Ghiberti).- El Mercado Central de Florencia (Via dell'Ariento) es el más famoso de la ciudad y también el ideal para comprar las estupendas materias primas de la cocina toscana (te puedes pasar horas mirando y probando quesos y setas) pero el mercado callejero de San Ambrogio es muy pintoresco y, también, mucho menos frecuentado por turistas que el primero. Hay de todo. Verduras, quesos, vinos… Pero también puestos de antigüedades y baratijas.

Piazza della Passera.- La plaza no es grande y tampoco es el marco de grandes palacios o monumentos imponentes, pero es una de las más auténticas de la orilla sur del Arno y se encuentra a apenas unos minutos de tres de los grandes iconos florentinos: el Ponte Vecchio, el Palacio Pitti y los jardines del Castillo Belvedere. Y, entonces, ¿qué tiene de especial este lugar? La autenticidad. El entorno de esta placita es uno de los mejor conservados del casco viejo y si no hay palacios o grandes iglesias, si hay una muestra de lo que fue la Florencia común (dónde vivió el pueblo llano) durante siglos. A pocos metros de la plaza hay dos lugares de interés, el Palazzo Machiavelli (Via Santo Spirito, 7), vivienda del célebre pensador del siglo XV, la Torre Marssilis (Borgo San Iacopo, 17), una maravilla del siglo XIII, y la Basílica del Santo Spirito (Piazza Santo Spirito, 30), que cuenta con un crucificado obra del inmortal Miguel Ángel. Otro de los puntos fuertes del lugar es su oferta gastronómica. Uno de los clásicos es la Trattoria 4 Leoni (Via dei Vellutini, 1; Tel: (+39) 055 218562), que presume de tener el mejor bistecca alla fiorentina desde el siglo XVI. Este lugar es ideal para dar un paseo nocturno.

Basílica de San Miniato al Monte (Via delle Porte Sante, 34; Tel: (+39) 055 234 2731).- Esta imponente basílica se encuentra a poco más de quince minutos andando de la famosísima Piazza Michelangelo, uno de los miradores más espectaculares de toda Italia. Así que no es por lejanía, pero son pocos los que se acercan a este lugar que no sólo repite y hasta mejora las vistas de la plaza mencionada sobre el skyline renacentista de la ciudad sino que atesora el que es considerado como el mejor ejemplo de románico en La Toscana.  El interior es uno de los lugares más bonitos de la ciudad. Más allá de las obras de arte o los mosaicos del siglo XIII, lo mejor de San Miniato al Monte son los juegos de luz y sombras que lograron sus constructores. El mejor momento para visitarla es a primera hora de la mañana.

El Giardino Bardini (Acceso desde Via de’Bardi).- El jardín por antonomasia de Florencia es el cercano Bóboli, parque monumental del Palacio Pitti. Pero a nosotros nos gustó mucho más el pequeño Bardini por varias razones. La que va con el título de este listado es que no vas a compartirlo con mucha gente, la segunda es que no sólo es bonito, sino que te va a permitir recorrer un buen trozo de las antiguas murallas de la ciudad y el empalme de los muros con el Forte di Belvedere. La Villa Bardini es un precioso palacete del siglo XV con pinturas murales dignas de verse y puedes verla con la entrada al jardín. Las vistas sobre el Duomo y buena parte del casco histórico florentino también son un punto a favor.

Fotos bajo Licencia CC: Jim Nix; Gary Campbell-Hall; Bradley Griffin; Larry Lamsa; tpholland; Ieva Haa; Viajar Ahora; jean louis mazieres; Kikuko Nakayama

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