La Reserva de la Biosfera y ganaderos de Mazo desarrollan un proyecto de custodia del territorio

En la imagen, panorámica de Altos de Mazo. Foto: RESERVA DE LA BIOSFERA

La Palma Ahora

Villa de Mazo —

La Reserva Mundial de la Biosfera La Palma, junto con ganaderos de Villa de Mazo y con financiación Leader del Programa de Desarrollo Rural de Canarias 2007-2013, que coordina la Asociación para el Desarrollo Rural (Ader) de La Palma, ha desarrollado un proyecto de “custodia del territorio” para “la mejora ”paisajística y ambiental de explotaciones ganaderas“ en los Altos de Mazo, informa en un comunicado.

Se trata de un hermoso paseo a través de una pista de tierra que discurre por “una zona de cultivos intramontanos y pastos intercalados con Monteverde. Aparecen numerosas parcelas adaptadas para la ganadería con vallados de madera y alambres que delimitan las típicas relvas donde pasta el ganado”, se apunta en la página web de la Reserva de la Biosfera. “Estas parcelas son segadas a finales de verano creando manchas poligonales que contrastan con el monte circundante. El recorrido muestra panorámicas hacia el Roque Niquiomo en la parte alta y hacia la Montaña Vinijobre en la parte baja, quedando encajonado entre las siluetas de ambos.

Desde el año 2002, y en cumplimiento de las funciones que la Unesco encomienda a las Reservas de la Biosfera, se añade en la nota, “se ha trabajado activamente en proyectos que tienen como eje principal el paisaje, pretendiendo asegurar la conservación, el desarrollo y la valoración de los paisajes de la Isla”. En este trabajo, añade, “se enmarca el desarrollo de la Red de Itinerarios Paisajísticos de la Reserva Mundial de la Biosfera La Palma que persigue potenciar el acceso a la contemplación y el disfrute del paisaje con el que cuenta la Isla”.

Apunta que “desde un primer momento, durante el desarrollo de la Red de Itinerarios Paisajísticos de la Reserva Mundial de la Biosfera La Palma se apreció que uno de los itinerarios, Altos de Mazo, tenía un gran potencial, no sólo desde el punto de vista de la contemplación del paisaje y de sus valores estéticos, sino como elemento valorizador de la actividad ganadera que configura el espacio por el que discurre el recorrido”. También se apreciaron “algunos problemas, como por ejemplo, el ahogamiento de fauna autóctona cuando acude a los bebederos del ganado”.

Estas afecciones, añade, “se intentaron abordar pero desde un enfoque integral: proteger la riqueza natural y mantener la actividad tradicional que configura ese paisaje, por lo que se trabaja para mejorar las condiciones del ganado y reducir los costes que enfrentan los ganaderos, mejorando la percepción ciudadana de las explotaciones en un entorno privilegiado, altamente valorado por un sector de la población, que podría incrementar el consumo de carne criada en semilibertad y con pastos naturales”.

Por estas razones “se decide afrontar un proyecto de 'Custodia del Territorio' que ”es un conjunto de estrategias e instrumentos que pretenden implicar a los propietarios y usuarios del territorio en la conservación y el buen uso de los valores y los recursos naturales, culturales y paisajísticos. Para conseguirlo, promueve acuerdos y mecanismos de colaboración continua entre propietarios, entidades de custodia y otros agentes públicos y privados“.

De esta manera, la Reserva Mundial de la Biosfera La Palma “se constituye como entidad de Custodia y trabajando estrechamente con los ganaderos de vacuno de la zona, firmando acuerdos de Custodia a largo plazo para la mejora ambiental y paisajística de las explotaciones”. En esta primera etapa “los convenios se han materializado en la integración paisajística de nuevos depósitos móviles más adecuados al uso ganadero, la reforma y mimetización de los bebederos, incorporación de elementos para evitar ahogamientos de la fauna endémica”. Por último, se realizaron “esfuerzos en la instalación de captanieblas, a modo de proyecto piloto, para analizar la posibilidad de abastecer las explotaciones con agua de niebla, reduciendo así costes y esfuerzo a los ganaderos, además de minimizar la huella ecológica de la actividad, aportando nuevos recursos hídricos que pueden ser utilizados en caso de incendio”.

En esta primera etapa, “la superficie total de las parcelas seleccionadas abarca casi 16 hectáreas en las que las explotaciones ganaderas se localizan a lo largo del recorrido del Itinerario Paisajístico”.

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