La portada de mañana
Acceder
El PSOE convierte su Comité Federal en un acto de aclamación a Pedro Sánchez
Las generaciones sin 'colchón' inmobiliario ni ahorros
Opinión - El extraño regreso de unas manos muy sucias. Por Pere Rusiñol
Sobre este blog

Espacio de opinión de Tenerife Ahora

La falta de empatía

Lidia Rodríguez

0

En menos de una semana hemos conocido tres noticias alarmantes sobre el maltrato animal en Canarias. El pasado lunes el periodista David Cuesta explicaba en Mírame TV cómo se había desarticulado una red nacional de peleas de perros que actuaba en Canarias. Tan solo unas horas antes, el Partido Animalista (PACMA) denunciaba la muerte de un caballo en una céntrica calle de Las Palmas de Gran Canaria. La semana no se quedaba ahí. Al día siguiente conocíamos que había aparecido un perro ahorcado en la zona de El Sobradillo.

La red de peleas de perros que ha sido desarticulada actuaba en distintas comunidades autónomas, aunque Canarias era una en las que tenía mayor presencia. Entre los detenidos nada asombroso, un policía local de Adeje y dos veterinarios.

Lo más aterrador no es que hayan detenido a dos veterinarios y un policía local por maltrato animal; lo más aterrador es conocer que entre los pinchazos telefónicos empleados para detenerlos se encuentran frases donde el cabecilla de la red en Canarias se lamenta porque a su hija de 12 años no le gustan las peleas de perros: “Le gustan los perros, pero no verlos pelear ni hacerse daño”. Afortunadamente, su hija de 12 años comprende lo que es el maltrato animal.

Esta no fue la única noticia relacionada con el maltrato animal que conocemos esta semana. Solo unas horas antes de que Mírame TV contará la noticia sobre la red de peleas de perros, el Partido Animalista se hacía eco de una noticia difundida por la Policía Local de Las Palmas: un caballo se había caído en mitad de una calle de Las Palmas a causa del agotamiento.

La 'omertá'

La 'omertá'Es cierto que no es la primera vez que se habla del problema que tiene Canarias con el maltrato animal; sin embargo, existe otro problema, que la semilla del problema no es otra sino la falta empatía. Nos falta empatía para comprender que no podemos permitir que estas redes sigan actuando en las islas con la impunidad que les otorga la ley del silencio. Ese silencio del que se habla cuando se menciona a la mafia italiana, la omertá. La sociedad es copartícipe del maltrato animal cuando no muestra el más mínimo desconcierto o enfado de que se realicen peleas de perros en Canarias. Es copartícipe cuando no denuncia casos de maltrato animal.

Esa falta de empatía es la que no nos permite comprender el sufrimiento de un animal cuando se cae en mitad de la calle por el agotamiento. Esa falta de empatía es la que provoca desinterés o pasotismo cuando conocemos que un perro ha sido ahorcado en El Sobradillo. Y no, no es casualidad que la noticia del perro ahorcado en El Sobradillo salga justo después de que conociéramos la desarticulación de la red de peleas de perros.

Sobre este blog

Espacio de opinión de Tenerife Ahora

Etiquetas
stats