El plató de televisión más caro del mundo
Los dueños de azoteas con vistas al Vaticano tienen la vejez asegurada. Desde hace más de un lustro, cuando la salud de Juan Pablo II empezó a tambalearse, las televisiones de todo el mundo emprendieron una guerra sin cuartel para acapararse las terrazas de Roma con los mejores planos de San Pedro. Y para ello no dudaron en secuestrar hoteles enteros, siempre y cuando estuviesen dotados de roof garden, y en desembolsar auténticas fortunas: se habla de la friolera de 20.000 euros al mes. El objetivo era lograr el mejor punto desde donde ver los aposentos pontificios, la fachada de San Pedro y la famosa fumata bianca. No necesariamente el ático en cuestión tiene que darse de bruces con el Vaticano. A veces, se trata de terrazas situadas a varios kilómetros de distancia, como la del hotel Cavalieri Hilton, en el barrio de Monte Mario, que gracias a su posición elevada garantiza una vista inmejorable de San Pedro, lo que le ha valido ser elegida como cuartel general de la emisora televisiva norteamericana ABC a cambio de una cifra secretísima. En la colina opuesta, el Gianicolo, la competición ha sido enconada: CNN y NBC, entre otras, lograron que les concediesen una posición en la Pontificia Universidad Urbaniana. La CNN, no contenta con ello, comparte otro plató con la CBS en el Atlante Star, un hotel situado a espaldas del Borgo Pío que cuenta con una vista óptima sobre la cúpula. La CBS, por su parte, también ocupa desde hace años la terraza del instituto de religiosas de Santa María Bambina, a la izquierda de la plaza. Lo tiene desde hace al menos cinco años, por lo que ha sub-arrendado una parte a la Tokio Broadcasting Sistem. Esta práctica del subalquiler se ha convertido en estos años en una práctica difusa y, sobre todo, en un modo de recuperar parte de los estratosféricos gastos. Los precios de los que se habla son desorbitantes: hay quien dice que 150.000 dólares al año y quien habla hasta de 250.000. El network de la Associated press, APTN, tiene los teleobjetivos apuntados hacia el Vaticano desde la terraza de la casa de los agustinos, mientras Sky y la austríaca Orf se han apostado en la calle de las murallas aurelianas. De todos los lugares situados en las inmediaciones del minúsculo Estado pontificio, sin embargo, es la vía de la Conciliación, la ancha avenida que desemboca en San Pedro, la más codiciada. Al final de esta calle tiene sus cámaras la televisión pública italiana RAI. En el número 44, en cambio, se encuentran los estudios de la European Broadcasting Union, un consorcio televisivo de 50 países, entre los cuales Omán y la India. Y desde la acera de enfrente, más exactamente desde la azotea del número 51, transmite el segundo canal de la televisión alemana ZDF, pero el precio del alquiler es absolutamente top secret.