El Partido Popular nos lleva a la ruina

Ahora mismo tampoco sé qué pensar de los economistas, porque mientras Ramón Tamames me asegura que Grecia no saldrá del euro, y por supuesto que España tampoco, el norteamericano Paul Krugman opina que los griegos saldrán del euro y de la Unión Europea, y que en España habrá un “corralito” al igual que lo hubo en Argentina. Pero por si fuera poco, el catedrático de Economía norteamericano, Nouril Roubini, indica en un artículo en “Washington Post”, que la crisis mundial acaba de empezar, y que será muy larga. Y yo con estos pelos y sobretodo estos años. Me remata el día el catedrático, también USA, David Smick, que en su libro “Buena suerte, Barak”, pronostica un empeoramiento en la economía de Estados Unidos. Leo por desgracia un informe de “Tendencias Mundiales del Empleo”, de la Organización Internacional de Trabajadores, que pronostica que el nivel de vida de los españoles se devaluará en 2012 un veinte por ciento. Es decir, que mil euros se nos va a quedar en 800 (ochocientos), y lo que es peor, posiblemente según Krugman traducido a pesetas. ¡Vade retro! (no sé porqué pongo ésta chorrada poco expresiva).

Repaso mi archivo “Economía” en el ordenador ?ya ven que mi preocupación va en serio y que archivo noticias de ésta índole casi todos los días en plan masoca y tal- y desisto en seguir consignando opiniones negativas de otros insignes economistas para no darles la tabarra a los amables lectores, y leo una con esperanza, en la que se afirma que los economistas se equivocan. Menos mal. Pero lo que me pone a ciento veinte es escuchar al ministro de Economía y exdirectivo de Lehman Brothers, Luis de Guindos, decir textualmente que “España ha hecho todo lo que tenía que hacer”, como tirando la toalla frente al Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo, y la Comisión Europea, en plan eufemístico los mercados, y pienso que si ya el Partido Popular no puede hacer nada para arreglar el asunto/trasunto económico en España nos van a llevar a la ruina.

El problema del Partido Popular es que no ven más allá de sus narices, y si sus mejores economistas son Luis de Guindos, Cristobal Montoro y Rodrigo Rato, aviados estamos. Ya ven lo que hizo Guindos en Lehman Brothers, lo que ha hecho Rato en Bankia, y Montoro se pasa todo el rato amenazando invadir a las Comunidades Autónomas, hasta el punto que Alvarez Cascos le ha dicho “ven p´acá que te voy a dar sidra asturiana”, y hasta ha invitado a Rajoy a pedir perdón público por esos ataques a la independencia (económica) asturiana y del bable, pero Rajoy no está ni se le espera. Rajoy ahora está acojonado con “los mercados”, y no entiende cómo a estas alturas los tales mercaderes no lo tratan mejor que a Zapatero, y tiene tal cabreo que está dispuesto a irse de vacaciones a Grecia. Su enfado alcanzó proporciones mayúsculas cuando oyó a Ana Botella, alcaldesa de Madrid, pedirle a San Isidro que ayude a los políticos de su partido, el PP, a salir de la crisis. “Beata farsante”, me chisman que masculló Rajoy. De Cristobal Montoro más vale no hablar, porque el inefable ministro de Hacienda no sólo quiere meterle mano a las Comunidades Autónomas, también a los municipios, que según sus planes centralizadores para comprar unos clavos en Moya, Agaete, Ingenio o Arucas, habrá que poner una instancia a Madrid.

Me tropiezo con la vecina del quinto, y caminando y nadando por la playa le cuento todo este rollo economicista, y matiza el punto que menos esperaba. “Mire, personalmente me quedo con la opinión de Ramón Tamames, que ahora como es de derechas es de fiar, le oigo en Punto Radio con Melchor Miralles todas las mañanas, antes de pasarme a Canariasahora Radio, y sus opiniones me dan moral y son tranquilizantes como persona de derechas y de orden que es ahora, a ver si Rajoy le nombra ministro y sustituye a Guindos, que el señor Tamames ya no es un rojo del Partido Comunista, y usted a ver si se dedica a leer y escuchar temas deportivos, que le veo deprimido con tanta economía. ¡Cuidado con esa medusa!”. Lo de medusa en vez de agua viva me llegó al alma. Mis nietos dentro de poco van a decir autobús, en vez de guagua.