La Cámara tinerfeña arremete contra el Gobierno por el negro panorama

Santa Cruz de Tenerife, 20 may (EFE).- La vicepresidenta de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, María de los Ángeles Palmero, arremetió hoy duramente contra la política económica del Gobierno de Canarias, que mantiene en “la confusión, el desconcierto y la impotencia” a los empresarios frente al negro panorama económico.

Con motivo de la presentación del Boletín de Coyuntura Económica del I Trimestre elaborado por la Cámara de Comercio y CajaSiete, Palmero señaló que la situación es “claramente de crisis” y frente a eso el Gobierno de Canarias adopta medidas unilaterales, sin diálogo y con afán populista, con “muchos planes” pero pocas medidas para generar empleo.

Acusó al Gobierno de Canarias de mantener un “afán populista” de sacar noticias y medidas unilaterales elaboradas sin diálogo y ante las que luego llaman a los empresarios al consenso.

“Hace tiempo que estamos dando datos como estos”, dijo la vicepresidenta de la Cámara en referencia al informe de coyuntura, que refleja, según explicó la directora del servicio de estudios de la Cámara Lola Pérez, que la economía canaria ha entrado en un proceso de brusca corrección porque en tres meses se ha pasado “del gris al negro total”.

Pérez indicó que el deterioro en la construcción ya se ha trasladado a los demás sectores económicos, con el turismo como la única actividad que mantiene cierta estabilidad.

Para Lola Pérez, el deterioro en el empleo, que trae como consecuencia el descenso del consumo y la inversión, es el más preocupante, y destacó que el número de parados ha aumentado en un 45 por ciento en el último año hasta una tasa del 14,7 por ciento de la población activa, cifra nunca vistas desde 1999.

“Las previsiones no son halagüeñas, la inflación se mantendrá alta” al menos hasta fin de año, el desempleo seguirá aumentando y es preocupante “la incapacidad” de la economía canaria para generar nuevos puestos de trabajo.

Se refirió a los malos datos de confianza empresarial, la cual habría que recuperar como condición para que se genere inversión y empleo.

Esta desconfianza de los empresarios en las perspectivas de futuro es lo que llevó a la vicepresidenta de la Cámara a decir que hay “confusión, desconcierto e impotencia”.

“No se sabe adónde vamos, no tenemos las ideas claras, no hay diálogo y se adoptan medidas unilaterales”, dijo María de los Ángeles Palmero en referencia al Gobierno de Canarias, y pidió “respeto” para los empresarios y emprendedores.

Las cámaras, continuó, reclaman coordinación a las administraciones y reformas administrativas para levantar las trabas burocráticas a la actividad económica, porque no sirve de nada un plan de vivienda si luego no se aprueban los planes generales de los municipios.

“Hay muchos planes y poca ordenación, hay falta de sintonía, falta de análisis y de creatividad”, afirmó.

Criticó que el Gobierno de Canarias no ataque la economía sumergida y no hable de reformas en el sector público ni de reducir las trabas burocráticas, y afirmó que aunque “hay funcionarios que merecen un aplauso hay otros que baje dios y lo vea”.

Para conseguir la coordinación administrativa, las Cámaras de Comercio van a proponer al Gobierno de Canarias la creación de “una comisión interconsejerías” en la que se pueda adoptar un programa económico claro y transparente.

La directora del servicio de estudios, Lola Pérez, abundó en la necesidad de que haya coordinación entre las consejerías y de la administración regional con otras administraciones.

“Hay confusión y desconcierto incluso entre las administraciones y eso desanima la inversión”, dijo Lola Pérez.

Respecto a los datos de coyuntura económica, Pérez señaló que se confirma que hay “una corrección brusca, acelerada y preocupante” de la actividad económica.

La matriculación de turismos en el primer trimestre bajó un 21 por ciento con respecto al mismo periodo de 2007, la de vehículos industriales un 47,5 por ciento y el comercio al por menor un 4,6 por ciento.

En la construcción, la viviendas visadas fueron un 50 por ciento menos, la superficie a construir un 51 por ciento y el número de hipotecas se redujo en un 40 por ciento, si bien creció la licitación oficial un 19,5 por ciento.

El único sector que está aguantando es el turístico, con un aumento del 12 por ciento en el número de visitantes y un 7,4 en el gasto turístico.

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