El PSOE plantea llevar la regasificadora a Fuerteventura
El diputado socialista José Ignacio Álvaro Lavandera preguntará en sede parlamentaria a la consejera de Industria del Gobierno de Canarias por la viabilidad de la ubicación de la planta de gas en Fuerteventura. Lavandera, que ha consultado la propuesta con los comité insular y ejecutivo del PSOE se muestra favorable a la construcción de la regasificadora en la isla para evitar “problemática” surgida en Gran Canaria en torno a su emplazamiento, además de constituir “una oportunidad de desarrollo para Fuerteventura”.
“Contamos con mejores perspectivas territoriales”, explica el diputado. El alcalde de la capital grancanaria, el popular Juan José Cardona,levantó esta semana la polémica en torno a la construcción de la regasificadora, cuya ubicación estaba prevista en Arinaga, tras proponer que se levantase la planta en el Puerto de la Luz. Según varias opiniones técnicas, esta opción presenta problemas de espacio dentro del puerto, de seguridad y de trasvase del gas hasta la central eléctrica de Juan Grande.
El PSOE se ha mostrado en contra y ha insistido en que el proyecto “no tiene mucho sentido”, dado que el acuerdo de todas las fuerzas políticas era desplazar la central a Agüimes. El alcalde del municipio, Antonio Morales, se opone a la instalación y justifica que la construcción de la planta en Arinaga perjudicará el proyecto de la central hidroeléctrica entre las presas de Chira y Soria.
Para Lavandera, el posible emplazamiento de la planta en Fuerteventura coincidiría con la construcción de la nueva central eléctrica que debe desplazarse desde el el barrio de El Charco, en Puerto del Rosario. De este modo, la regasificadora podría colocarse “conforme a la ubicación de la central”. “No hay que llevar el gas”, añade.
La idea se sustenta en la intención de poner en marcha un sistema eléctrico único entre Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote. “La función de ese gas”, dice, “es el suministro a las centrales eléctricas. Las islas van a estar unidas por un cable submarino”. Consciente de que ante una propuesta como esta “siempre surge polémica”, Lavandera se muestra partidario de buscar “el consenso con las administraciones locales” majoreras, con la perspectiva de conseguir compensaciones para la población y contribuir a la diversificación productiva de la isla, con una “economía más fragil”, dependiente del turismo.
“Espero que si es viable -garantías de seguridad y sin afecciones medioambientales-, no surja mucha oposición”, ha zanjado, “pero si es viable que se abra un período de reflexión y que Fuerteventura decida”.
