Se enfrenta a nueve años de prisión por asestar diez puñaladas a su pareja

El empresario José Ramón R. A., acusado de un delito de tentativa de homicidio por asestar diez puñaladas a su pareja en Lanzarote en junio de 2004, declaró este martes ante el juez. Según el acusado, en el momento de los hechos se encontraba bajo los efectos de sustancias estupefacientes ya que había consumido entre cuatro o cinco gramos de cocaína, además de una decena de cervezas y algunos licores. Una teoría que la propia víctima, Teresa M. P., ha desmentido alegando que en ningún momento del día vio consumir drogas a su pareja.

Ambos testimonios han sido contrapuestos prácticamente en todos los puntos. Lo único que parece estar claro es el lugar de los hechos: un bungalow de un complejo hotelero de Puerto del Carmen -Lanzarote-. “Cuando llegamos, no entramos por la recepción de los apartamentos sino por una bocacalle en la que teníamos que saltar un muro”, ha explicado la víctima durante el juicio. El acusado ha admitido que, una vez en el apartamento, tapó la ventana con una sábana y cerró la puerta con llave. Teresa M. P. sospechó las intenciones de su pareja -“yo ya sabía que ese día me iba a tocar”, ha explicado al juez- y solicitó que les cambiaran el apartamento por uno más cercano a la recepción. Durante el cambio de apartamento, Teresa perdió de vista a su marido durante algo menos de una hora. Un tiempo en el que, según el fiscal, es imposible consumir la cantidad de cocaína referida por el acusado.

Según el relato de la víctima, cuando José Ramón volvió al apartamento, éste le pidió que fuera al supermercado a comprar cervezas. La negativa de Teresa provocó la primera agresión por parte del acusado. “Me dijo: 'te voy a matar, hija de puta”, ha referido Teresa durante el juicio. A partir de ahí, según la víctima, el agresor cogió un cuchillo y le asestó hasta diez puñaladas en la cara, la zona del cuello, la espalda y el costado. Siete de ellas se asestaron por la espalda, mientras Teresa trataba de coger del suelo la llave para abrir la puerta y escapar.

José Ramón ha asegurado no recordar nada de lo que pasó. “Cuando me di cuenta estaba ya en el coche”, ha explicado ante el juez. Lo que sí ha admitido es haber sufrido un supuesto accidente de coche a la altura de Los Valles unas cuatro horas después de los hechos de los que se le acusa. Tiempo en el que, según la Fiscalía, pudo buscar una coartada. Y es que el fiscal ha calificado este supuesto accidente de “una película, un montaje y una mentira”. Según el testimonio del hijo del acusado, su propia hermana le llamó diciéndole que su padre tenía la intención de suicidarse tirándose por el risco de Famara. El hijo de José Ramón salió a buscarlo con su coche, y le alcanzó a la altura del centro médico de Teguise, persiguiéndole hasta sacarle de la carretera a la altura de Los Valles, y causando así un accidente que el equipo de atestados de la Guardia Civil no considera como tal “porque no fue fortuito sino que hubo una intención”.

Sin embargo, en torno a este supuesto accidente hay algunos cabos sueltos, tal y como han dejado entrever las declaraciones de varios testigos. No ha quedado claro quién llamó a la Policía Local de Haría y por qué los agentes incumplieron las órdenes de la Guardia Civil por las que solicitó que no se moviera nada. Una hora después del accidente, el equipo de atestados llegó al lugar de los hechos y sólo encontró una grúa: los coches habían sido movidos de su posición inicial, la ambulancia se había llevado a José Ramón R. A. y los restos de cristales habían sido eliminados de la vía.

Ya en el Hospital General, donde también había sido atendida Teresa, a José Ramón se le practicaron las pruebas de rigor. En el parte médico se incluía el resultado positivo de cocaína en su cuerpo, un dato en el que la defensa basa su teoría de que el acusado se encontraba bajo los efectos de las drogas cuando agredió a su compañera. Sin embargo, el fiscal ha alegado que ese consumo se pudo llevar a cabo durante las cuatro horas que pasaron entre la agresión y el accidente de coche.

Petición de pena

El Ministerio Fiscal ha solicitado una pena de nueve años de prisión para José Ramón, dentro del intervalo de entre cinco y diez años que el Código Penal establece para un delito de tentativa de homicidio. La FiContempla además en este caso agravante de parentesco y alevosía, ya que considera que las puñaladas fueron asestadas por detrás, por sorpresa y en una situación de desarme de la víctima.

Por su parte, la defensa ha solicitado para su cliente al tribunal una eximente completa o parcial por la ingesta de sustancias estupefacientes, lo que podría suponer una reducción de la pena importante. Además, la defensa considera los hechos como un delito de lesiones y no de intento de homicidio ya que “si hubiera querido asegurar el delito, podría haber cogido un cuchillo más grande de los que había en el apartamento, o perseguir a la víctima”. La defensa argumenta también que el acusado sufre alucinaciones como consecuencia del abuso de sustancias estupefacientes. Algo que José Ramón R. A. ha corroborado durante la sesión alegando que “oye ruidos y voces”. Por ello, el letrado de la defensa ha solicitado también el internamiento de su cliente en un centro de desintoxicación.

Cabe destacar que en este caso, la defensa de José Ramón la ha asumido un abogado particular y no uno de oficio, algo que se preveía en el caso de que el acusado no presentara un abogado y no se pudiera celebrar el juicio, como ya ocurrió el pasado mes de septiembre.

Actualmente, José Ramón R. A. se encuentra en prisión preventiva por otra supuesta agresión que llevó a cabo el pasado mes de febrero contra Teresa M. P. Hace apenas unas semanas, la Audiencia Provincial de Las Palmas solicitó prisión preventiva para el presunto agresor también por la causa por la que se le ha juzgado este martes.

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