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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

¿Por qué Canarias Ahora pide ayuda a sus lectores?

Banquillo del caso Grupo Europa, uno de los escándalos destapado en estos quince años de historia por Canarias Ahora.

Carlos Sosa

Permítanme que hoy hablemos de nosotros. Canarias Ahora cumple este 2015 su décimo quinto aniversario. No ha sido un periplo fácil, y sigue sin serlo. Desde que nacimos con los albores del nuevo siglo, nuestro empeño por contar lo que otros no se atrevían a contar nos granjeó de inmediato el rechazo del poder. Con poco más de un año de vida, un destacado político de izquierdas, líder histórico del Partido Comunista, José Carlos Mauricio, a la sazón portavoz de Coalición Canaria en el Congreso de los Diputados, le dijo claramente al director general de la empresa de transportes Salcai, Ángel Luis Sánchez Bolaños, que o se retiraba del accionariado del periódico o peligraba el pago del contrato-programa que esa compañía tenía suscrito con las Administraciones Públicas. 800 socios-trabajadores de esa sociedad anónima laboral iban a ver sus nóminas en el alero por nuestra culpa. O mejor dicho, por la alergia de Mauricio y de algunos de los suyos a la libertad de expresión. Salcai vendió sus participaciones por un euro a José Francisco Henríquez, otro socio de referencia que también sufrió acto seguido las acometidas del régimen bananero que imperaba –y aún hoy sigue imperando- en Canarias. Y al igual que Sánchez Bolaños, se tuvo que retirar años después. Mauricio jamás nos ha perdonado que descubriéramos –y, por supuesto, publicáramos- su viaje a Nueva York por cuenta de la empresa Costa Canaria de Veneguera, participada por el Banco Hispano Americano-Santander, para conocer el proyecto que un estudio de arquitectos de la Gran Manzana había diseñado para urbanizar el barranco de Veneguera (Mogán, Gran Canaria) con 60.000 camas. A su regreso tuvo que reconocerlo todo y el Gobierno, por entonces presidido por Román Rodríguez, reaccionó ampliando a ese espacio la protección del vecino Parque Rural del Nublo. Su actual propietario único, el Grupo Lopesan, ha decidido invertir una fuerte suma de dinero en convertir ese barranco en una explotación agrícola de primer nivel para mostrar a los turistas cómo es la agricultura isleña. Podemos anotarle ese tanto a Canarias Ahora, y perdonen la inmodestia. Aquel episodio con Mauricio fue el primero de una serie que parece interminable protagonizada por políticos que no encajan la crítica que están obligados a ejercer en nombre de la ciudadanía los medios informativos. Se trata de una casta empeñada en creer que todos los periodistas (y sus empresas editoras) tienen un precio, y que si lo rechazan la única alternativa que les queda es desaparecer.

 

 

La irrupción de Soria

Mauricio se equivocó con Canarias Ahora. Creyó que apartándole a su accionista principal, el proyecto periodístico estaba muerto. Al menos cabe reconocérsele que no perseveró en el error. Terminó aceptándonos como un actor más en este juego democrático en el que deberíamos caber todos respetando escrupulosamente sus reglas. Coetáneos a los de Mauricio fueron los primeros ataques de José Manuel Soria, ataques que quince años después continúan. El ministro de Industria, Energía y Turismo es el prototipo de político intransigente ante la crítica. Jamás ha entendido –ni lo va a entender nunca- cuál es el encaje y cuáles los límites que en un sistema democrático tienen un cargo público y los medios informativos. Sólo cree en el sometimiento por la fuerza, y solo cuando la fuerza del medio desafecto es notable, admite la posibilidad del entendimiento mediante una negociación que él sólo entiende crematística. Cuando me dicen que la tenemos tomada con Soria invito a nuestros críticos a remitirse a los orígenes de nuestros desencuentros: fuimos durísimos con su gestión pública desde que cometió el primer desafuero (conocido), el caso La Favorita, y mantuvimos siempre con intensidad nuestra posición frente a escándalos como el caso Isolux, el caso Chalet o el caso Salmón, una sucesión descarada de indecencias que, de ser un político honorable, debieron conducirle hace tiempo a su apartamiento voluntario de la vida pública. No, no la tenemos cogida con Soria, por mucho que nos haya pretendido sepultar bajo querellas multimillonarias e infamias continuas, por mucho que haya puesto a quien esto escribe en una lista negra a la que recientemente ha incorporado también el editor de Canarias7, Juan Francisco García, por no plegarse a sus frondosos caprichos. Soria hizo lo mismo que Mauricio, decretar el asesinato cívico del que fue hasta 2008 nuestro accionista de referencia, José Francisco Henríquez. Ingeniero de Caminos, se las ingenió para que su estudio jamás contratase con las administraciones públicas sobre las que influía, prohibió a su entorno que se relacionara con él y consiguió –en un alarde de perversión máxima del poder-que apareciera como imputado en una trama de corrupción que derivó en una resolución parlamentaria rocambolesca que situaba a Henríquez como cabecilla del caso Eólico, un asunto de corrupción del que solo es responsable el PP de José Manuel Soria. Y así quedará pronto acreditado cuando se celebre el todavía pendiente juicio oral.

 

Un periódico sin accionistas

José Francisco Henríquez acabó retirándose de Canarias Ahora en 2008, justo cuando estallaba la peor crisis de esta era. No pudo más. No sólo se resintió su actividad profesional y empresarial sino que las inquinas de Soria amenazaban con afectarle en lo personal y en lo familiar. Junto a él abandonaron el proyecto otros accionistas que había invitado a acompañarle. Ninguno se libró, directa o indirectamente, del influjo perverso de Soria. Sin accionistas y sin dinero, los periodistas de Canarias Ahora decidimos continuar adelante en lo que constituyó un nuevo fracaso del hoy ministro. No sólo sobrevivíamos a sus ataques sino que, además, entrábamos en una posición editorialmente más potente: ya no dependíamos de los intereses o los miedos de una junta general de accionistas que pudiera influir sobre nuestra línea editorial ajena a las exigencias de los lectores. A partir de aquel momento, sólo debía prevalecer el periodismo. Y con mucho esfuerzo de un equipo de profesionales incombustible y el apoyo de miles de lectores fieles hemos ido sacando adelante el proyecto con un montón de satisfacciones profesionales y amenazantes dificultades económicas. La crisis global afectó muy poderosamente al mercado publicitario, y un periódico digital como el nuestro tiene en la publicidad su único ingreso económico. Por fortuna, los últimos cuatro años (sin Soria en las Islas) pudimos acceder a la publicidad institucional del Gobierno de Canarias, pero en la nueva etapa inaugurada este verano, ese ingreso ha desaparecido por completo. Tampoco se ha restablecido aún la inversión publicitaria que, con mucha generosidad, partió en el anterior mandato hacia todos los medios excepto este de instituciones como el Cabildo de Gran Canaria. En varias ocasiones hemos recurrido a nuestros lectores para pedirles su respaldo económico. Pensamos que ellos son los primeros que desean que Canarias Ahora sea un periódico fuerte e independiente que no se vea condicionado por la publicidad de las instituciones o de las grandes empresas de la región. Nuestros lectores saben que hemos sido descaradamente libres como para enfrentarnos a poderes tan influyentes como el que representa Repsol y que en la oposición a las prospecciones nos convertimos en un referente mundial contra las intenciones de la petrolera y –otra vez- de José Manuel Soria. Que gracias a nuestra independencia hemos podido destaparen solitario grandes escándalos de corrupción como el de Grupo Europa, el caso Chalet o el caso Salmón (vaya, de nuevo Soria). O más recientemente la conexión de la trama Púnica con Repsol, el PP y Coalición Canaria. Esta semana, sin ir más lejos, comenzará el juicio contra una diputada del PP por el Caso Patronato, también descubierto por nuestros periodistas. También saben nuestros lectores que no nos detendrá ningún miedo ni cualquier demanda judicial porque actuamos con el máximo rigor posible. Nos hemos hecho más fuertes en lo periodístico gracias a esa independencia y al acuerdo de asociación que firmamos hace dos años con eldiario.es, lo que nos ha convertido en el único periódico canario que publica cada día noticias de nuestra comunidad en un medio muy influyente y muy seguido en toda España. Desde hace muchos meses, nuestra métrica de visitas y de usuarios únicos nos sitúa siempre entre los tres periódicos digitales más leídos en Canarias. El pasado agosto, sin ir más lejos, fulminamos nuestro récord de visitas (1.141.000) y lectores únicos (731.000) de ese mes, según Google Analytics.

 

Nueva demanda de Soria

Pero desgraciadamente no basta con tener miles de lectores fieles, no basta con ser un medio valiente e influyente en Canarias, y a través de El Diario, en España. La práctica desaparición de la publicidad institucional y la profunda crisis publicitaria privada aún vigente nos obliga a volver a acudir en petición de ayuda a nuestros lectores. Porque a esa caída en la facturación publicitaria en 2015 y a la ausencia de la publicidad institucional se ha sumado la demanda judicial que, como conocen, nos ha interpuesto José Manuel Soria –vaya, otra vez Soria- en la que nos pide 18.000 euros de indemnización. Les podemos garantizar que vamos a ganar esa demanda porque estamos seguros de que hemos actuado correctamente en todas las noticias y opiniones relacionadas con las vacaciones caribeñas del ministro de Industria. Soria también sabe que la vamos a ganar, pero como ya le recriminó un juez en otra ocasión, por el camino nos hará transitar por un proceso que afectará a nuestras maltrechas finanzas. El ministro ha elegido para que conozcan su demanda –y no es baladí- los juzgados de Madrid alegando que también reside allí en su calidad de ministro del Reino. Y eso nos va a suponer un incremento notable de gastos que no teníamos previsto realizar en viajes y estancias, que habrán de sumarse a los de procuradores y abogados. Pero no queremos que nuestros lectores nos ayuden sin ofrecerles contrapartidas: desde este pasado viernes hemos mejorado notablemente nuestro boletín de contenidos Premium exclusivo para nuestro suscriptores: la pasarela de pago se ha simplificado enormemente y los buenos contenidos de nuestros periodistas se presentan ahora con más riqueza visual y multimedia. Además, y con motivo de nuestro 15º Aniversario, estamos preparando un ciclo que, bajo el título nada disimulado de “Libertades”, contendrá una serie de actos desde octubre hasta la próxima primavera con personalidades punteras del mundo de la comunicación, la política y de la judicatura en los que abordaremos la realidad democrática española sin tapujos de ningún tipo, como es nuestro estilo. Para esos actos tendrán invitación especial nuestros suscriptores mediante un procedimiento que daremos a conocer llegado el momento.

 

Le pedimos, le pido en nombre de Canarias Ahora, su ayuda. Me gustaría que se suscribiera a nuestro periódico y que contribuyera con su aportación a la tarea que iniciamos hace quince años de hacer un diario libre e independiente. Una sociedad sin una información de calidad entra en déficit democrático, y Canarias en estos momentos continúa en ese trance. Con su ayuda pretendemos seguir siendo libres para ofrecerle el periódico libre que usted reclama. Muchas gracias de antemano. No le defraudaremos.

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