Hernández Bento como interventor

Por una vez y sin que sirva de precedente estamos viendo a la rama socialista del Gobierno de Canarias pelearse una polémica pública con el PP. La norma general (e incomprensible) siempre ha sido la de dejar pasar la tormenta y aguantar que las mentiras se sustituyan por la verdad. Una táctica que ha dado los resultados que ha dado hasta que apareció en escena la consejera Paquita Luengo. Llama a las cosas por su nombre, no se acojona ante cualquier adversario (como demostró contra José Manuel Soria en el caso Tebeto) y procura documentarse antes de decir una bobería. Las acusaciones emanadas de la bancada del PP en el pleno del Parlamento de Canarias de este miércoles sobre el destino del PIEC condujeron a Luengo hacia los archivos del Servicio Canario de Empleo (SCE) con el objeto verificar las sandeces del PP y, en su caso, actuar en consecuencia. Y lo que la consejera se encontró desde luego no demuestra otra cosa que, de existir derroche injustificado en las obras de remodelación de oficinas, al menos durante los años 2007 a 2010 fue el vicepresidente del Gobierno, José Manuel Soria, el responsable de verificarlas y aprobarlas, como hizo sin ningún trauma. Ningunito. Y el interventor general de la Comunidad Autónoma que visó esas cuentas no es otro que Enrique Hernández Bento, subsecretario de Estado en el Ministerio de Industria y martillo incansable de socialistas y nacionalistas canarios.