Esas cosas él no las pregunta

El periodista fue muy incisivo, como podrán comprobar con la pregunta: “Y lo de alojarse en un hotel que tiene cuestionada su licencia por la Justicia? ¿Qué opina de la polémica que se ha generado con la mejor planta hotelera de la isla?” La respuesta es de las de marca de la casa, de un cinismo fabuloso: “Cuando reservo un hotel suelo preguntar el precio, el tipo de habitación, si tiene o no gimnasio, horario del comedor, garaje,??.no sé, cosas normales. Lo que nunca he hecho a la hora de reservar es preguntarle, ¿oiga, es este un hotel ilegal? ¿Tiene al día todos los permisos? ¿Han revisado los extintores? ¿Y los ascensores? No sé si es que yo en eso soy muy raro pero la verdad es que hay cosas que cuando voy a un hotel no suelo preguntar? En el que estoy ahora, no se si es o no ilegal, lo que si se es que es un hotel de capital canario, de empresas canarias, que han invertido aquí en su tierra, y que generan empleo en su tierra”. Soria sabía perfectamente que el hotel en el que se alojaba, probablemente en unas ventajosas condiciones de las que jamás conoceremos porque paga en metálico gracias a las fuertes sumas de dinero que porta siempre, es ilegal. Lo era en 2011 y lo sigue siendo ahora. El hecho cierto de que sea de propietarios canarios y de que genere cientos de puestos de trabajo no le rebaja ni un grado su ilegalidad. Anfi del Mar no tenía capital canario cuando Soria disfrutaba de la hospitalidad de su anterior propietario, el noruego Björn Lyng, al que tramitó el permiso de Anfi Tauro al tiempo que viajaba con él al extranjero, mira tú qué cosas.