Como decíamos anteayer

Nos tenemos que congratular, faltaría más, por el convenio que este miércoles firmó la presidenta del Cabildo de Gran Canaria con Turespaña para reformar y ampliar el Parador de Tejeda, de manera que la isla pueda incorporarse a la red de paradores y los amantes de la zona recuperar un lugar muy especial para tomar un café, pasar una noche especial o reposar a la sombra de un pino. Nos tenemos que lamentar, sin embargo, del tiempo perdido y, especialmente, de los millones de euros enterrados en unas reformas que, cabe deducir, no han servido para nada. O para casi nada. El convenio suscrito este miércoles se ha transmitido a los medios de comunicación con una muy explicativa nota de prensa en la que, por poco, se da a entender que hasta la fecha nada ha pasado en los años que el parador lleva cerrado para hacer la reforma que ahora parece nueva de paquete. Fue durante el brillante mandato de Pepe Macías cuando empezó el tenderete, se empezaron a enterrar millones y los grancanarios a ponerse colorados cada vez que acudían a la Cruz de Tejeda a enseñar aquello a los visitantes. Ahora habrá que meter 4.800.000 euros más (800 kilos de los de antes), de los que el Cabildo deberá aflojar la mitad. Esperemos que la próxima noticia del parador sea su reapertura y no un nuevo motivo para sentir vergüenza.