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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

La esposa del general estuvo muy bien detenida

Dijo por entonces el prestigioso letrado Eligio Hernández que el auto por el que se archivó la querella por él inspirada contra el inspector jefe de la Policía que detuvo a una mujer de un general “no hay por donde cogerlo”. Ahora, diez meses después, sabemos por dónde ha cogido la Audiencia Provincial de Las Palmas al abogado que redactó tal querella, por las mismísimas entendederas del Derecho Penal, la especialidad de la que presumió profusamente esos días el ex fiscal general del Estado cuando recorrió todos los medios informativos poniendo a parir a los que osaron detener y condenar por un delito contra la seguridad vial a la mujer del general de División Francisco Martín Alonso, jefe de tropas de Canarias. La Audiencia Provincial de Las Palmas, en un contundente auto dado a conocer estos días, no sólo ha desestimado el recurso de doña Esther Vaquero Martín contra el auto de archivo dictado en octubre de 2010 por el juez Tomás Martín, de Instrucción 3, sino que incluso se permite dar unas cuantas lecciones de Derecho al letrado y a las prodigiosas fuentes de las que haya podido beber. Y para que no quedara duda alguna de que la querella fue un churro, se procede en dicho auto a condenar a la señora querellante a las costas judiciales que pudieran haberse producido en la fase de recurso ante la Audiencia. Un pleno al quince de los que sólo es capaz Eligio Hernández.

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