Lo que quiere Costas

Pero las cosas de la desgracia gallega han traído algunas consecuencias positivas, por mucho que a todos nos cueste reconocerlo. Nosotros les podemos contar una. El ministro de Medio Ambiente (Dios nos Libre y Guarde), Jaume Matas, ha aplazado sin fecha una visita triunfal a Canarias, y más concretamente a Gran Canaria, para darse un baño de ecologismo de esos que tanto gustan en los ambientes peperos de la villa y corte. La cosa va de beatificar unas edificaciones turísticas en la playa de Balito que invaden zona de servidumbre y zona de protección, es decir, cosas sagradas del litoral, como casi todo el mundo sabe. El asunto, promovido por un empresario más cercano al PP que a otro sitio, se encuentra actualmente pendiente del Tribunal Supremo, pero en el mencionado rapto de ecologismo, la Demarcación de Costas de Las Palmas ha bendecido ante Costas de Madrid (Medio Ambiente) una salida presuntamente airosa: tumban una parte de la promoción y permiten la otra, de modo que el daño no sea excesivo (al promotor, se entiende). Otra grandiosa aportación de Costas al enriquecimiento de Canarias que, como leyeron este lunes acerca de la arena, va por muy buen camino.