El Athletic a la heroica
Tensión hasta el final la que se vivió en San Mamés, donde cuando todo parecía que el partido se marchaba a la prórroga, apareció Llorente para culminar la remontada, que pareció titubear con la igualada del Sporting, pero siempre apareció el Rey León, culminando una actuación magnífica, con dos asistencias y la guinda final del gol, que pone al conjunto vasco en una final europea 35 años después.
Tras un inicio titubeante, Llorente recibió un balón largo, que tras controlar se revolvió dentro del área y generó la primera ocasión de peligro, que llevó a los rojiblancos a asediar el área lusa con mayor insistencia, apoyados por el aliento de La Catedral.
Poco a poco las ocasiones se fueron sucediendo sobre los dominios de Rui Patricio, hasta que en una gran combinación entre Ander e Iraola acaba en un centro de Muniaín, que el Rey León en un gesto de crack la cede con el pecho a Susaeta que en semifallo termina alojando el cuero en el fondo de las mallas.
No se conformó el equipo de Bielsa y quiso matar el partido, aunque el conjunto portugués aguantaba las embestidas y salía a la contra con la velocidad de Capel. En una de esas, Van Wolfswinkel aprovechó una serie de rechaces para lograr la igualada, pero antes de marchar a vestuarios otra gran asistencia de Llorente dejó sólo a Ibai Gómez para empatar la eliminatoria, resolviendo ante la salida de Rui Patricio.
El Athletic salió en tromba en la segunda mitad dispuesto a resolver cuanto antes, haciendo emplearse al máximo a Rui Patricio, que cuajó una gran noche. El Sporting no podía salir de la cueva ante el ímpetu rojiblanco, aunque llevaba veneno en cada contra, al igual que en las acciones a balón parado.
El tinerfeño Jeffrén tuvo su oportunidad, entrando en la segunda mitad, para aprovechar su velocidad a la contra y decantar la balanza del lado del Sporting,
El partido seguía siendo del conjunto de Bielsa, pero no conseguía concretar ninguna de sus oportunidades, estrellándose contra el portero luso.
Cuando todo parecía que se iba a la prórroga, aparecía de nuevo Llorente para aprovechar un centro de Ibai y con la pierna introducir el balón en la portería y meter al Athletic en la final de la Europa League para el delirio de San Mamés, que veía como el fútbol de su equipo el final obtenía su premio.