Espacio de opinión de Canarias Ahora
¿DE VERDAD ESTÁS INDECISO?
El domingo no será un día cualquiera
Según datos del último estudio electoral del CIS estatal, a día de hoy, en torno al 20% de las personas que tienen decidido ir a votar el domingo, no tiene claro a quien hacerlo. En Canarias ese porcentaje es aún 10 puntos mayor y supera el 30%. Ese porcentaje equivale a más de 200.000 canarios (aproximadamente dos veces la población de Telde).
Si a eso le unimos que el porcentaje de ciudadanos que responden que no acudirán a las urnas es del 33%, una primera reflexión que nos viene al pensamiento es; ¿qué estado de letargo y anomia social puede llevar a 1 de cada 2 ciudadanos canarios a tal actitud de despreocupación por lo que acontece a su alrededor?¿De verdad creen que no les afecta nada el que ganen unos u otros partidos?
No votar tiene efectos secundarios
Alguien podría decir que no votar es una opción tan legítima como hacerlo y en eso de legitimidades estamos de acuerdo. Otra cosa distinta es si esa actitud resulta en la práctica verdaderamente intrascendente para el discurrir de sus vidas o sólo insolidaria, poco empática y despreciativa para con la situación y solución de los problemas que también afectan a sus familiares, amigos y vecinos. Seamos claros, no es cierto que entre los que deciden no votar abunden de manera notable los que pretendan castigar así al actual estado de degradación de la política. Más bien cabría decir que con esa despreocupación ayudan a que la política se degrade más y al mantenimiento en ella de los que quieren que así se quede. ¿O es que acaso no hay tendencias, opciones y hasta extravagancias para todos los pareceres con las que mostrar hasta ese desafecto?
Los indecisos deciden
Por otro lado, entre los que se declaran indecisos, me temo que existen varias tendencias claras; los que esconden su voto porque quieren volver a votar al PP que tanto sufrimiento ha causado y aquellos otros que están por decidirse entre las olas y las mareas que anuncian reboso. Y en un punto medio, aquellos que llaman a un cambio profundo, necesario, ineludible pero desde la razón.
¿Cómo se puede traducir todo esto a Telde y que trascendencia puede tener?. El número de indecisos potenciales en Telde a día de hoy estaría rondando por inferencia entre los 8.000 a 12.000 votantes (casi tantos como el número de votos que obtuvo el ganador de las elecciones de 2011). De los que se quedaron en casa o fueron a la playa aquel 22 de Mayo de 2011 en Teld, mejor ni hablar, porque ya entonces representaron 31.000 abstenciones en aquellos comicios, poco más de la suma de los votos que obtuvieron juntos PP, CIUCA y CC, esos que después sirvieron para dar sustento al mal gobierno que ha padecido esta ciudad en estos años. ¿Cuántas personas que entonces no votaron se han arrepentido estos últimos años de aquella mala decisión?¿Cuántas familias enteras salpicadas ahora por el desempleo, por la ausencia de ayudas sociales, por el cierre de las escuelas infantiles, por el deterioro de los equipamientos municipales, por la subida de impuestos, por el desamparo en que estos les han dejado?
El próximo domingo esos varios miles de indecisos, tienen en su mano que vuelva a gobernar el pacto actual PP-CC-CIUCA (ahora enmascarada con Bravo de Laguna) o que por el contrario se pueda propiciar un cambio de gobierno. Sólo con que una parte de quienes anhelan un cambio opte por dispersar su voto entre opciones pequeñas, puede convertir en ingobernable el ayuntamiento con hasta 9 partidos en el salón de plenos y hasta propiciar que vuelva a gobernar el PP. ¿A peor la mejoría?.
Con 2300 votos, (equivalente al 5% con que la ley electoral da entrada al primer concejal) ya en el mandato anterior entró Coalición Canaria con dos concejales y ya han visto qué han dado de sí tantos aires nuevos, admisión de tránsfugas incluido. ¿Imaginan cuánto de esto se podría repetir ahora con partidos que apenas tienen cuatro meses de creación en Telde y han conformado sus candidaturas al lazo?.
Sólo con que 5000 indecisos decidan cerrarle el paso con su voto a PP-CC-CIUCA-CCN-CCD), los partidos que durante este mandato gobernaron sobre las espaldas y bolsillos de los ciudadanos abandonándolos a su suerte, el voto de castigo será efectivo. Si de paso la gobernabilidad queda mejor garantizada porque se concentrara el voto en partidos con posibilidades de gobernar, en vez de perderse cientos de ellos por no llegar al mínimo exigido por ley, el futuro quedaría más despejado.
Ahora más que nunca, un puñado de votos puede significar salir de Guatemala o irnos definitivamente a Guatepeor.
Conclusión: La necesidad de un gobierno presidido por Nueva Canarias
Nunca antes el voto a unas siglas u otras, el quedarse en casa o no, el decidir el voto en clave de razón y no de sólo afectos, fue tan importante. Nunca antes Telde se ha enfrentado a unas elecciones tan reñidas, con tantas aristas, con un resultado con posibilidades de traer un futuro que anuncie mejoría o definitivamente le administre la extremaunción.
Telde no se puede permitir un gobierno formado por tres o cuatro partidos, ni una oposición tan variopinta. En Telde o tenemos claro que no votamos a tertulianos televisivos sino a candidatos y candidatas concretas, candidaturas firmes y unos programas asentados y pensados para atajar los muchos problemas que tiene el municipio o nos estaremos creyendo que las soluciones también nos llegarán por plasma desde Madrid, Barcelona o la Complutense y no es así.
Nadie asegura por otro lado, que los que fueron tránsfugas durante este mandado, no lo vuelvan a ser en el entrante y repitan lo de hacer de su capa una nómina. Pocos se atreven a presagiar que harán en verdad los que ahora concurren con siglas de nuevo cuño y si, por ser remix apresurados de sus partidos, no terminarán al poco tiempo sumando más miembros a la bancada de los no adscritos.
Salir de la indecisión conlleva plantearse si se quiere un gobierno que vuelva a presidir PP, CC, CIUCA y CCN/CCD o castigarles con el voto su nefasta gestión .Decidirse significa si con el voto quiere recuperar los servicios públicos desaparecidos y mejorar su gestión o arriesgarse a su definitivamente desaparición o privatización. Decidirse es tomar partido por recuperar la imagen de grande que un día tuvo la ciudad o seguir profundizando en la pérdida de reputación galopante a la que la han llevado los gobiernos presididos por el PP. Decidirse significa poder castigar, de paso, a los cómplices en Telde de la nefasta política general que han representado Mariano Rajoy y su ministro del petróleo y las eléctricas José Manuel Soria, el pregonero de nuestra alcaldesa saliente.
La última encuesta publicada en los medios de comunicación sobre Telde, deja entrever que son muchos los ciudadanos y ciudadanas que tienen decidido su voto por Carmen Hernández y la candidatura y programa que representa. Hay razones para salir de la indecisión y votar el domingo por un gobierno presidido por quienes a día de hoy representan la mejor opción, el voto más útil y una gobernabilidad más cimentada para la ciudad.
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