Dos de los afectados por la enmienda Tinguaro, de haber prosperado en el Congreso Regional del PP, son los dirigentes tinerfeños Antonio Alarcó y Pedro Suárez. Ambos son consejeros del Cabildo de Tenerife pero sujetos a diferentes consideraciones salariales. Alarcó, por empezar por el de más alto rango, es senador del Reino y portavoz popular en la institución insular. Casualmente esta misma semana ha tenido que optar entre cobrar la dedicación exclusiva del Cabildo o abrazarse a la de la Cámara Alta, y ha optado por esta última. La razón es puramente romántica. Verán. El Cabildo, en un rapto de generosidad, acaba de equiparar el sueldo del portavoz del principal partido de la oposición al de jefe de servicio de la institución, lo que imposibilitaría a Alarcó, de aceptar, cobrar las dietas correspondientes por asistencia a comisiones y pleno. Pero eligiendo el sueldo de senador, esos pagos son compatibles, lo que se convierte en un suculento complemento al salario y a las ventajosas dietas del Senado.