Continúa en el seno del socialismo canario el baile de nombres acerca de quién será el afortunado que lleve al PSC a la victoria tantos años después de la última. No hay nadie que de un euro por la posibilidad de que sea Juan Fernando López Aguilar el candidato a la presidencia del Gobierno, y menos ahora que su papel como ministro de Justicia se torna importantísimo en el proceso de desarticulación de ETA. Sumen a eso la frenética actividad de la Fiscalía Anticorrupción y que el interesado no está por la labor, y ya tienen el cuadro terminado. Zapatero no tiene intención alguna de renunciar a uno de sus ministros mejor valorados y desoye los cánticos de Pepiño Blanco, que quiere desplazar al canario en favor de José Antonio Alonso, el actual titular de Interior.