Crónica

Eligio Hernández, el fiscal general ‘ilegalizado’ por el Supremo, fraterniza ahora con las asociaciones judiciales de derechas que lo defenestraron

Carlos Sosa

30 de noviembre de 2025 10:16 h

0

Eligio Hernández Gutiérrez (El Pinar, El Hierro, 1947) se consolida como musa ideológica y jurídica de la derecha mediática española después de protagonizar algunos episodios públicos críticos con su histórica trayectoria como insigne socialista. Su entrega absoluta a Felipe González y a sus directrices le llevaron a afirmar en público algo que es de perogrullo pero que ahora no se estila: que la Fiscalía está para “aplicar la política penal del Gobierno”. Su papel en el escándalo de los Grupos Armados de Liberación (GAL) fue bastante discutido, como lo fue el del Gobierno de González. Y su final no pudo ser más penoso: su nombramiento fue declarado ilegal por la Sala Tercera del Supremo por no haber acumulado los 15 años de carrera jurídica exigidos para llegar a ser Fiscal General del Estado. Desde el inicio de su mandato (1992) sufrió la incomprensión y la persecución de las asociaciones conservadores de fiscales y de jueces, como le ha pasado a Álvaro García Ortiz, que fueron las que a la postre acabaron echándolo por la vía del recurso contencioso-administrativo. Para García Ortiz eligieron la vía penal, que es más escandalosa y expeditiva.

Efectivamente, Eligio Hernández fue el primer fiscal general del Estado declarado ilegal por haber computado como carrera jurídica de prestigio sus siete años como gobernador civil de Santa Cruz de Tenerife y delegado del Gobierno en Canarias.

Ahora que sigue siendo felipista y por lo tanto antisanchista, Eligio Hernández se expresa conciliador y en plena sintonía con la derecha en los medios de la derecha, que parece que son los únicos que reclaman su opinión. Dice ahora que aquellas asociaciones conservadoras se arrepintieron de haber recurrido su nombramiento y que le rogaron que no dimitiera, que recurriera que ellas se retiraban, ha escrito en Libertad Digital. 

No era lo que decía entonces. En 1994, ya dimitido, declaró en Tenerife en una tertulia llamada Encuentros de la Izquierda que el Parlamento español “está acojonado ante el poder judicial”, lo que a su entender le impedía tomar iniciativas para democratizar la justicia. Y arremetió contra jueces estrella de la derecha como Mariano Barbero y Miguel Moreiras, a los que calificó de “incompetentes patológicos” según El País.

Y se despachó muy a gusto contra el Opus Dei, contra el PP y contra las asociaciones de jueces y fiscales por haber promovido contra él una campaña de acoso durante su etapa como fiscal general del Estado. Y dijo más, como que los siete fiscales de entonces en el Tribunal Constitucional eran del Opus Dei y que la relación de los fiscales con la prensa hizo que se montaran constantemente “juicios paralelos” en los medios de comunicación en los que se condenaba de antemano a las personas enjuiciadas y, sí después se producía la absolución en los juicios reales, la noticia quedaba relegada a un rincón de los periódicos.

Esto se parece mucho a la actualidad pero ahora Eligio Hernández lo cuenta de otro modo. 

En prueba de agradecimiento a esa derecha que lo persiguió, que lo acosó y que lo descabalgó, Eligio Hernández ha protagonizado estos últimos años una clara deriva ideológica. Se prestó voluntariamente a firmar una querella del entonces ministro de Rajoy José Manuel Soria, ante el poderoso Manuel Marchena, contra la diputada de Podemos Victoria Rosell, querella que se archivó a los pocos meses porque no tenía consistencia alguna. Ahora sus declaraciones contra lo que él llama jueces estrellas, se dirigen hacia togados progresistas porque considera que hacen política con la toga. Y cualquier iniciativa relacionada con la justicia que promueva el actual gobierno de coalición progresista consigue de él unas lindas palabras de rechazo.

Conferencia magistral en un foro en Marbella

En definitiva, Hernández atesora unos conocimientos y un bagaje intelectual, político y jurídico que le hacen ser un oráculo para los medios de la derecha. No hay asunto de relevancia nacional referido al mundo judicial que no cuente con su participación como opinador.

Y hasta pronuncia conferencias magistrales en foros jurídicos, como acaba de hacer en el II Foro Judicial de OK Diario, financiado por instituciones gobernadas por el PP (Ayuntamiento de Marbella, Diputación de Málaga y Mancomunidad de Municipios). Se celebró los días 20 y 21 de noviembre en Marbella, con el fallo de la sentencia contra el fiscal general encendiendo la mecha de la polémica para dar calor y mucho color a las jornadas.

Como no estábamos en ese marco incomparable, hemos de fiarnos de lo que dice la crónica del periódico de Eduardo Inda llegado el momento de subir al escenario el Pollo de El Pinar (su nombre de cuando era puntal de Lucha Canaria): “La Conferencia Magistral ha sido protagonizada por el ex Fiscal General del Estado, Eligio Hernández, quien ha destacado que una persona con este cargo «no puede serlo si tiene apariencia de ilegalidad», en referencia a la condena de García Ortiz. Hernández ha recordado la importancia del acceso por oposición a la judicatura: «La oposición imprime carácter. Es el sistema que mejor garantiza en el mundo la independencia judicial». Según su punto de vista, el acceso por votación, como ocurre en otros países, comprometería la neutralidad de los jueces: «Imagínense ustedes a los abogados recorriendo los pueblos de España haciendo campaña para ser juez. ¡Sería un cachondeo!». Un cachondeo.

Era del núcleo duro de Felipe González. Sufrió como él la campaña mediática más dura que se recuerda -hasta que estalló la actual- contra un Gobierno y un presidente (“¡Váyase, señor González!). Vivió en sus propias carnes las coces que aún hoy siguen propinando las asociaciones judiciales y de fiscales de la derecha… Pero ahora su opinión y su fervor está con ellas y contra el Gobierno progresista.