Pero hay otras muchas herencias dejadas por Arnáiz de las que es rehén el nuevo presidente portuario. Y no puede Sánchez-Simón aparecer en plan paracaidista, como si nada fuera con él, y encima pedir un voto de confianza sin explicar previamente a qué se refiere cuando dice que el principal problema arranca de la gestión de su compradre Arnáiz, puesto ahí por los mismos que le ponen a él. Debería el nuevo presidente explicar a todo el mundo de modo público a qué se refiere cuando dice que fue un error recortar el dique Reina Sofía, o cómo se ha llegado al actual agujero económico. Junto a él, deben ofrecer explicaciones públicas quienes alentaron a Arnáiz a hacer lo que hizo, por ejemplo el señor Soria, y aquellos empresarios que públicamente le manifestaron su apoyo hasta el último día. Es un ruego ciudadano porque todos necesitamos saber qué ha pasado en ese Puerto para entender mejor lo que pretenden que pase a partir de este lunes.