No nos gusta ser agoreros, y mucho menos con las cosas de comer, pero podemos presumir de haber acertado en algunos grandiosos logros de la era soriana que anunciamos con tiempo suficiente para que a) el sujeto en cuestión diera marcha atrás; b) el sujeto en cuestión modificara su táctica y, luego de una larga cambiada, nos engañara, o c) el o los beneficiados se sonrojaran y prefirieran otras cosas del sujeto en cuestión. El último ejemplo -por no ponernos prolijos a estas horas- es el de los casinos, cuyo episodio más reciente les contamos en nuestra edición de hoy y que ha consistido en una veloz tramitación del informe favorable para el casino de Meloneras en el Cabildo de Soria, provincia de Las Palmas. La Corporación ya ha otorgado la correspondiente bendición, con banda de cornetas y tambores incluida, a esa licencia que tramita María Australia “por órdenes de arriba”. También les hemos avisado del tren (que se chafó), del gas y del istmo. Pero, lamentablemente, hemos de prevenirles de dos nuevos hitos por llegar.